Afecciones del oído
El contacto continuo con el agua puede provocar otitis, afectando al epitelio del conducto auditivo externo y favoreciendo las infecciones lo que provoca dolor e inflamación del conducto auditivo externo e incluso supuración. Lo mejor para evitar este tipo de infecciones es lavar y secar el conducto auditivo externo evitando la excesiva humedad en la zona y algo que debe hacerse inmediatamente después de haber realizado cualquier tipo de inmersión por ligera que esta sea. La otitis debe tratarse ya que puede degenerar en rotura de tímpano. El barotrauma del oído es un problema surge cuando se desciende en el agua sin compensa ya que la presión externa que se ejerce sobre el tímpano empuja a éste hacia el oído interno, produciendo dolor e incluso pérdida auditiva si no es tratado.
Esta afección ya la hemos analizado cuando vimos los posibles problemas a los que nos podemos enfrentar durante la inmersión y que la mejor forma de solucionarlo es mediante la limpieza de oídos. Por último la rotura de tímpano, se produce por un barotrauma , aplastamiento –que se produce cuando, durante el descenso, el gas se comprime en una cavidad- , o infección no atendida. El intenso dolor, sensación de vértigo y /o nauseas nos indican que podemos estar sufriendo esta patología. Es recomendable abandonar inmediatamente la inmersión y recurrir a la consulta médica.