Antes de Bucear
Antes de zambullirse en el medio acuático es necesario tener unos conocimientos previos teóricos. Lo más importante es el equipo que nos va a ayudar a practicar este divertido deporte y es muy necesario conocer todos y cada uno de los componentes del mismo, sin olvidar que, dependiendo del tipo de buceo que se practique, los componentes del equipo van a variar en número y en tipo de material. No menos importante es conocer todo lo relacionada con los gases de respiración y aspectos relacionados con la profundidad, la seguridad, la navegación, etc. Es de gran utilidad aprender a realizar sencillos cálculos relacionados con la física del buceo. El estudio además de necesario, en este caso es importante. Este aprendizaje inicial se puede llevar a cabo en la escuela, el club o mediante completos manuales que contienen todo lo necesario que es preciso saber. Este parte, si bien no es demasiado atractiva, es muy importante, ya que de ella depende que el buceo pueda disfrutarse con toda seguridad o de que se convierta en una práctica peligrosa si no se siguen las instrucciones básicas.
La practica conlleva el que se realicen en un medio acuático, primero en piscinas o en áreas acuáticas poco profundas (orilla de la playa, lagunas poco profundas, etc.), posteriormente se realizarán inmersiones con el fin de ir adquiriendo confianza para poder bucear en aguas más profundas. Ya hemos comentado que el buceo en sí no es una práctica que entrañe un riesgo extremo, pero no es menos cierto la necesidad de un entrenamiento adecuado y de una continua actualización de los conocimientos. La comodidad y la seguridad son vitales por ello es necesario que la persona encargada de la instrucción sea la adecuada y con la que nos sentamos más seguros. Entre las habilidades iniciales que debemos dominar están el control de flotación, los procedimientos a seguir sin aire, el aleteo, cómo quitar y colocar el regulador y el procedimiento de limpieza de las gafas bajo el agua. Esta última contingencia es muy habitual ya que el agua puede acumularse bajo las gafas durante la inmersión, pero la práctica hará que se pueda llevar a cabo la limpieza sin dificultad. La manera adecuada de hacerlo es vaciando las gafas apretando el borde superior e inclinando la cabeza hacia atrás, espirando a través de la nariz. Esto conseguirá que el agua salga por debajo del borde inferior de las gafas. Esta es una operación muy normal durante la inmersión. Si ya hemos obtenido los conocimientos básicos y hemos recibido el “bautismo” marino, podremos avanzar más. De esta manera será posible bucear en lugares de poca visibilidad, en profundidades mayores y el rescate pudiéndonos animar a convertirnos en instructores. Existen cursos donde la especialización es mayor y se aprenden en ellos la técnica y la teoría necesarias para realizar buceo en cuevas y pecios o bajo el hielo. Esta modalidad de buceo necesita poner en práctica habilidades que ayuden a mejorar el buceo en general. A partir de los catorce años, edad mínima para la obtención de la titulación estándar en el mar, es posible asistir a cursos adaptados para niños y que se imparten tanto en escuelas como en clubes. Aún existe la opción de cursos de introducción para niños de menor edad y que son impartidos en clubes como la organización Scuba Ranger o en programas del PADI Bubble Maker. La edad mínima es de diez años y el título obtenido es similar a los títulos básicos si bien existen restricciones como la profundidad máxima de buceo.
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