Moorea, llamada la isla hermana de Tahití, es una tierra de leyendas y de historia. La tradición cuenta que era la aleta dorsal del gran pez Tahití. La belleza escultural de la bahía Cook, bordeada por una cadena de cáncamos cincelados siendo el más hermoso el Rotui, seguido de la bahía gemela de Opunohu, cuyas aguas oscuras reflejan las abruptas montañas, que no terminan de atraer artistas, amantes de la belleza y filosóficos del mundo entero.

Feudo importante de la familia real Pomare, Moorea fue el hogar del desarrollo del protestantismo debido al impacto de la primera Biblia en Tahitiano en el siglo XIX. Los paisajes y la historia no son los únicos atributos de esta isla conocida por su tranquilidad de vida y la calidad gastronómica de sus frutas. La cantidad de playas de arena blanca, la diversidad de sus fondos de coral y la riqueza de su fauna marina hacen de Moorea un destino privilegiado.