Existen diferentes formas de hacer buceo, pero algunas de ellas cuentan con ayuda técnica para el desplazamiento subacuático. Tal es el caso de los scooters , los DPV. Son unos vehículos de propulsión de pequeño tamaño y que reduce el esfuerzo realizado durante la exploración de pecios. Existen dos modelos; uno de ellos se coloca entre las piernas y otros se agarran con las manos. Del primer modelo referido existe la BOB (Breathing Observation Bubble) en la que el vehículo está impulsado por un motor eléctrico y la velocidad máxima es de 2,5 nudos.

Este vehículo no es recomendable para subir o bajar y es más idóneo emplearlo solo en desplazamientos en línea recta horizontal. Debido al peligro que puede suponer una avería de estos aparatos, están concebidos más para recreo que para otro tipo de buceo, aunque ya hemos apuntado antes que si este no es demasiado arriesgado el scooter puede ser empleado. Las Jetboots son también otro elemento de propulsión para el buceador. Se colocan y sujetan a las piernas y se controlan con un interruptor colocado en la cintura. Esta opción permite tener las manos libres.