Existen una serie de habilidades que son claves para poder bucear y que en algunos casos requieren de cierta práctica, como el caso del control de flotación. Aquí daremos algunas claves que pueden servir de orientación sin ánimo de convertirse en un manual. La participación de un especialista es insustituible. Un punto a tener en cuenta es la asiduidad con la que se practica el buceo: si solo se practica en vacaciones y solo una vez al año, es preferible recordar las habilidades aprendidas y tomar un curso de reciclaje para ello, algo que practican hasta los buceadores más profesionales con miras a mejorar la práctica de una inmersión segura.

La piscina puede ser un buen lugar para practicar las habilidades más básicas e importantes como la flotación.