Realmente importante es el mantenimiento del regulador ya que es una de las piezas más delicadas del equipo de buceo. Es necesario lavarlo con agua dulce después de cada inmersión y antes de hacerlo hemos de colocar el tapón de la conexión a la botella para evitar la entrada de agua. No se deben doblar ninguno de los tubos de manera forzada. En el transporte se debe guardar separado del resto del equipo y cuando se cojan las botellas nunca se debe hacer por le regulador. Tampoco se debe exponer esta pieza al sal ni a altas temperaturas.

El regulador debe pasar una serie de revisiones técnicas y periódicas que garanticen su óptimo funcionamiento. Atención también se debe prestar al filtro cónico de entrada de la primera etapa, si está oxidada o tiene residuos debemos enviar cuanto antes el regulador a reparación, puesto que ese filtro es reflejo del estado de todo el equipo.