Organizar Expediciones de Buceo

Una vez que hayamos decidido dónde ir y qué tipo de buceo vamos a llevar a cabo es imprescindible dedicarnos a investigar todo lo relacionado con nuestro objetivo. Ello nos ayudara a conocer mejor dónde vamos a movernos y a abrirnos nuevas expectativas ya que a medida que vayamos conociendo mejor en qué entorno nos vamos a mover es normal que se abran nuevas posibilidades. Crear el grupo que vaya a formar parte de la expedición y el conocimiento del mismo es algo fundamental. El submarinismo es un deporte de grupo, al menos de parejas, y el entendimiento que haya entre ellos es importante. El nivel y la experiencia del grupo suele ser heterogénea lo que ayudará a los menos expertos y dará seguridad en caso de tener que enfrentarse ante cualquier eventualidad y por otro lado los intereses deben ser comunes y no entrar en conflicto. Es necesario establecer un propósito común desde el principio. El lugar donde se va a realizar la inmersión es otro punto importante. Si lo conocemos con suficiente tiempo podremos hacer un trabajo de investigación interesante que nos ayudará a familiarizarnos con el lugar y conocer aspectos como posibles riesgos, puntos de entrada y salida más adecuados, qué intervalos presentan las mareas, cuáles son las corrientes predominantes y qué tiene de interés ese sitio, es decir, si existen pecios, flora y fauna interesante, algún resto arqueológico, etc. el dato de las mareas es realmente importante ya que estas influyen en la visibilidad, vida marina y condiciones de entrada y salida. De ahí que el momento que elijamos para la inmersión es decisivo. La época del año que escojamos también es determinante en base a la temperatura del agua y de la vida marina. Si la expedición la llevamos a cabo con luz diurna o de noche es un punto a tener en cuenta. La seguridad debe ser medida al milímetro y no solo debemos conocer mareas, corrientes, profundidad, temperatura, etc. si no también tener en cuenta si contamos con ayuda externa o algún puesto de socorro próximo. Jamás debemos llevar a cabo una inmersión sin conocer dónde está el centro médico más próximo, si existen cámaras de recompresión y los números de emergencia de la zona, algo primordial. Un método muy empleado por los submarinistas es establecer una hora de entrada en el agua y contar hacia atrás el tiempo que necesitará para imprevistos, empaquetamiento del equipo, traslado al lugar elegido, llegada, desempaque del equipo y reunión del grupo, etc. Esta planificación ayudará a evitar, dentro de lo posible imprevistos y que nos ajustemos a la hora que hemos elegido de inmersión. Ya analizamos en su momento lo importante que era el cuidado en el transporte del equipo que vamos a necesitar.

Pues bien, este es un punto realmente importante tanto por la necesidad de que lleguen todos los elementos sin daño alguno como de que llegue “todo” los que habíamos previsto llevar. Cada uno de los elementos que forman nuestro bagaje de submarinista está formando por piezas de un valor económico de cierta importancia y aún así algunos elementos pueden ser difíciles de localizar en el lugar en el que hemos decidido comenzar nuestra aventura. Cualquier método de revisión y nemotecnia sirve para evitar un contratiempo que daría al traste con todo el trabajo realizado y, lo que es peor, nos crearía una gran desilusión. Otro punto importante es todo lo referente a la inmersión. Debemos conocer, como ya indicamos, lo mejor posible el lugar en el que vamos a sumergirnos, estableciendo ruta de entrada y salida, otras posibilidades en caso de que la hayamos establecido sea, en ese preciso momento, inaccesible. También es importante establecer qué señales se van a emplear en caso de necesitarlas por la razón que sea. Y lo más importante es conocer qué procedimiento se va a seguir en caso de accidente o de separación de los submarinistas. En estos casos los consejos de los compañeros más veteranos serán realmente importantes de manera que deben ser seguidos de manera escrupulosa por los menos expertos. El grupo que formarán los supervisores deben tener muy claro cuales son sus funciones como la de comprobación de la presión de las botellas y que no exista ningún fallo de funcionamiento y qué hacer y dónde dirigirse en caso de emergencia. La instrucción de todo el grupo que está “inmerso” en la inmersión es fundamental. Todos los puntos en torno a la actividad planificada deben estar muy claros y no solo para el grupo que va a llevarlo a cabo sino también para los supervisores y la marinería que esté involucrada, de algún modo, con dicha actividad. Una mala planificación e instrucción puede acabar con la actividad de buceo y en el peor de los casos, jugar con la seguridad de los participantes. Es fundamental, para disfrutar y aprovechar una inmersión, que todo esté realmente claro y cada punto bien atado.



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