Los numerosos yacimientos que se encuentran en el término, son la prueba de una numerosa ocupación guanche. Según algunos historiadores el origen del topónimo Agaete podría provenir de la villa italiana Gaeta, con la que los isleños mantuvieron un comercio intenso (aunque según otros el origen del nombre podría ser un pequeño lago que denominaba "laguete").
El conquistador Alonso Fernández de Lugo eligió este valle como enclave de la ciudad por la fertilidad de sus tierras. Durante años, el negocio azucarero constituyó uno de sus signos de identidad.