El Národní Muzeum se puede visitar todos los días de 9:00 a 18:00 h; en invierno hasta las 17:00. La entrada es gratuita los primeros lunes de mes y el museo se encuentra cerrado los primeros martes de mes. Aunque esta institución ya existía a comienzos del siglo XIX, no contaba con una sede propia, estando ubicado en un palacio del Foso. Como esa situación no era digna de un museo tan importante, entre 1885 y 1890 se construyó bajo las órdenes de Josef Schulz. Se situó sobre la antigua puerta del mercado de caballos, copiando la estética de la corte de Viena.
Su fachada tiene 100 metros y está decorada con lugares geográficos del país representados como personas. La cúpula tiene 70 metros, situándose debajo de ella un panteón de personajes ilustres de la nación. El museo contiene grandes colecciones de temas tan variados como zoología, teatro, geología, además de una gran biblioteca y un café.
Monumento a San Wenceslao:
Se encuentra al pie del Museo Nacional y es obra de Josef Václav Myslbek, de 1912. Esta estatua vino a sustituir a otra del mismo santo que estuvo allí situada desde 1678, actualmente conservada en el Lapidario. Esta nueva figura de Wenceslao va montada a caballo, rodeado por los cuatro santos nacionales: Santa Ludmila, San Procopio, Santa Agnes y San Adalberto (Vojtêch). Hasta 1924 no se colocó la imagen del personaje principal, que tenía los rasgos del arzobispo de Praga de aquella época. Frente al monumento, una corona de flores recuerda el sacrificio de los estudiantes Jan Pálach y Jan Zajík, que se quemaron vivos en las protestas de 1968.