La ciudad de Karak (localmente conocida como Al-Karak) es famosa por el importante papel que desempeñó durante las Cruzadas. La ciudad está ubicada en la histórica Camino de los Reyes, a menos de dos horas de Amman. Es mejor conocido por el castillo de Karak, uno de los castillos cruzados más grandes del Levante.
El castillo está ubicado dentro de las antiguas murallas de la ciudad y atrae a miles de visitantes cada año. Hay una serie de pequeños hoteles en la ciudad junto con iglesias, mezquitas y lugares para comer.
Ubicación de Karak
La ciudad de Karak está ubicada a solo 15 millas del Mar Muerto y está construida a unos 950 metros sobre el nivel del mar. La ciudad más cercana es Madaba, que se encuentra a poco más de una hora y media en coche. Los visitantes pueden llegar a Karak desde la ciudad capital de Amman en unas dos horas.
La antigua fortaleza cruzada de Karak (o Kerak) se encuentra dentro de las murallas de la ciudad vieja y es uno de los atractivos más bellos de Jordania. El castillo fortificado que domina la ciudad era un lugar de leyenda en las batallas entre los cruzados (francos) y los ejércitos islámicos de Saladino (Salah ad Din). Ahora en la actualidad es uno de los castillos cruzados más famosos, en su día Karak era uno solo en una larga línea de defensas que se extiende desde Aqaba en el sur hasta Turquía en el norte.
El castillo de Kerak, Qalat al Karak, es uno de los tres castillos más grandes de esta región; los otros dos se encuentran ubicados en Siria.
Al Karak ha sido poblada remotamente desde la Edad del Hierro, y fue una ciudad importante para el Reino de los moabitas, que la llamaban Qir de Moab. En la Biblia llego incluso a ser mencionada. Más tarde con el tiempo, cayó bajo el poder siendo ocupada por los nabateos y de los romanos, y en 105 fue conquistada por los gasánidas. Durante el último periodo helenístico se convirtió en una ciudad importante que llego a tener el nombre de Kharkha. Bajo el Imperio bizantino se convirtió en una sede episcopal, y más tarde fue predominantemente cristiana aún después de la dominación árabe musulmana. Su mayor importancia, sin embargo, la alcanzó durante las Cruzadas y bajo Saladino siendo el inicio de la dinastía ayubí.
Este castillo empezó a ser construido por los cruzados iniciando en la década del año de 1140, bajo Payen el Mayordomo, quien fuera el mayordomo del rey Fulco de Jerusalén (los mayordomos eran los encargados de administrar los feudos de los cruzados) Paganus o Pagano fue también Señor de Transjordania y Karak se convirtió en el centro de su poder, sustituyendo el debilitado castillo de Montreal, el cual se encontraba aún más al sur. Debido a su posición al este del río Jordán, Karak tenía el control de las zonas habitadas por los beduinos y de las rutas que unían Damasco con Egipto y La Meca.
Con el paso del tiempo sus sucesores agregaron torres al castillo.
En el año de 1176, Reinaldo de Chatillon se hace con el poder del castillo tras casarse con Estefanía de Milly, viuda de Hunfredo III de Torón y nuera de Hunfredo II de Torón. Desde Karak, Reinaldo hostiga a las caravanas que atraviesan la zona e incluso intenta atacar La Meca. Sin embargo debido a estas acciones provocadoras Saladino sitia el castillo durante el año de 1183 llevándose con él a su hijo Hunfredo.
Saladino acordó devolver a Hunfredo a Estefanía a cambio de ocupar los castillos de Montreal y Kerak, sin embargo, los castillos se negaron a rendirse, y Estefanía envió obedientemente a su hijo ante Saladino. Saladino se apiadó de ella y lo dejó en libertad. Su propio principado de Transjordania y sus castillos se perdieron ante el avance inminente de las tropas de Saladino en solo poco tiempo, y el cual se encontraba tan lejos de la costa mediterránea, donde se encontraban las restantes fortalezas cruzadas, que permaneció en manos de los musulmanes.
A la muerte de Balduino IV de Jerusalén, le sucede en el trono su sobrino de 6 años Balduino V, que murió después de un año. Su madre le cedió la corona en aquel entonces a su nuevo marido, Guido de Lusignan, quien, desinteresado por la política, se dejó aconsejar por Reinaldo de Chatillon. Éste estaba muy ambicioso por querer dominar la región, rompió la tregua que había existido con los árabes musulmanes y se ganó muy mala fama porque en su castillo de Kerak se torturaba de forma muy cruel a los prisioneros, hasta el punto de que Saladino prometió matarlo con sus propias manos.
Posteriormente después de la batalla de los Cuernos de Hattin en el año de 1187, Saladino vuelve a sitiar el castillo para finalmente conquistarlo en el año de 1189. Saladino hizo prisioneros a Reinaldo y a Guido y ordenó que a éste último le cortaran la cabeza.
Posteriormente en el año de 1263, el sultán mameluco Baibars de Egipto y Siria decide ampliar el castillo y construye además una torre en su esquina de la parte noroeste. En 1840, Ibrahim bajá de Egipto captura el castillo y destruye muchas de sus fortificaciones pasando a ser dominado por el imperio otomano manteniendo una posición estratégica en el cruce de caminos entre Arabia, Egipto y la Gran Siria.
El castillo tiene una mezcla variada de estilos arquitectónicos debido a su influencia de la época cruzada como una mezcla de estilos que van del europeo pasando por el bizantino para finalmente llegar al árabe.
Hoy Karak es una ciudad bastante tranquila que atrae a los visitantes debido a su castillo cercano. Alguna vez fue una próspera ciudad antigua que ahora actúa como una buena base para aquellos que visitan el Castillo de Karak. Hay hoteles y restaurantes administrados localmente y la ciudad está bien conectada con otras ciudades. El castillo de Karak es uno de los sitios más populares de Jordania y vale la pena visitarlo.