Casi cubierta por una capa de juncos de totora, el lago de Rano Kau luce como un gigantesco caldero de brujas. Encaramada a 400 metros en el linde de la pared del cráter de Rano Kau, frente al mar, la aldea ceremonial de Orongo ocupa una de las zonas más sobrecogedoras de la isla. Fue el lugar ceremonial más importante, sobre todo en el último período. La aldea parece haber sido el centro de un ...