En la provincia de A Coruña se encuentran, al igual que en toda la Comunidad, abundantes y buenas muestras de arquitectura románica, que es lo más característico de la zona. Pero también existen importantes exponentes del gótico, el mejor ejemplo es la Catedral de Santiago, que permite conocer en un solo monumento la combinación de ambos estilos. Es ésta la gran culminación del románico en la península.
También en A Coruña permanecen importantes huellas de la época romana, como la Torre de Hércules, que es el único faro romano que funciona hoy en día.
Si continuamos buscando vestigios de épocas y civilizaciones más antiguas en el tiempo, también podremos hallar muestras de ellas en la provincia. Son numerosos los yacimientos de castros celtas que aquí pueden verse, así como hórreos dólmenes y menires por los montes de la zona. En las montañas también es muy frecuente la existencia de pallozas que han permanecido habitadas hasta hace no mucho tiempo.
Así se ha ido entrelazando lo moderno con lo tradicional; la vida rural en las pequeñas aldeas que viven de la agricultura y la ganadería, bastante aisladas en las montañas, con las grandes ciudades turísticas y desarrolladas, o con los bellos puertos marítimos y pesqueros o las zonas de salvajes acantilados, hasta llegar a lo que se creyó que era el fin del mundo, lo que estando allí aún hoy no es de extrañar, desde la punta del cabo Finisterre y en frente del inmenso Atlántico que baña toda la costa coruñesa.
Es la capital una ciudad de peregrinación y universitaria, así que no se necesita nada más para ser fuente de cultura y sabiduría. Lo mismo ocurre con los pueblo que conforman el Camino de Santiago que han recibido conocimientos a lo largo de los siglos por la gran cantidad de visitantes que van recibiendo a lo largo de todo el año.