La presencia del hombre en las tierras de Almargen data de la época neolítica, pero fue con la llegada de los fenicios a la zona cuando se desarrollo como un importante núcleo de población. Por las tierras de Almargen cruzaba la vía que unía Tartessos con Mainake y más tarde en la época romana también pasó por aquí una calzada que unía Antequera con Ronda la Vieja. Los árabes también dejaron alguna huella de su presencia en este lugar como los restos de cerámica encontrados en los ríos Almargen y Corbones.