Los portugueses llegaron a Macao en el siglo XVI, quedándose después allí con el consentimiento chino, como recompensa en su lucha contra la piratería. Macao fue durante siglos un importante centro de comercio internacional. Los portugueses se mantuvieron neutrales en los conflictos entre chinos y británicos en las Guerras del Opio, y Macao fue quedándose rezagada en el desarrollo económico.
El casino de Macao mantiene hoy prácticamente al país, junto con muchas industrias prósperas. Actualmente está jugando un importante papel como punto de ingreso en la República Popular China. Macao será devuelta en 1999, dos años después de Hong Kong.