Convertida en capital del mesón y del buen comer, Arévalo es reconocida nacional e internacionalmente por sus sabrosos asados, especialmente por el cochinillo, conocido popularmente como "tostón". La receta tiene su base en los viejos hornos de leña arevalenses. No hay menú más típico que una buena sopa castellana y un rico "tostón", sin olvidarse del cocido con garbanzos de Velayos o Fontiveros. Una peculiaridad gastronómica son las conocidas tortas de Behedor , cocidas sólo en Semana Santa y preparadas desde antaño por las monjas.