Los orígenes de la localidad están relacionados con la historia de la fortaleza situada en el Cerro de Bentomiz. En un principio esta fortaleza fue un poblado ibérico, pasando posteriormente a poder de los fenicios, griegos, cartaginenses, romanos y árabes. Serían estos últimos los que construirían un castillo que defendía toda la comarca. Después de la conquista cristiana los pobladores de la fortaleza y de la villa de Arenas siguieron con su forma de vida anterior, manteniendo su religión y siendo juzgados por sus cadíes. Sin embargo en 1569 Bentomiz se convirtió en un lugar conflictivo de protesta, cuando Felipe II abolió las prerrogativas sobre el idioma y las costumbres de los moriscos.