Es una larga calle donde se encuentran una gran parte de las más de 700 joyerías que tiene la ciudad, muchas de ellas están allí desde tiempos antiguos. Las piezas se venden por pesos y luego les añaden lo que consideran que es el valor del trabajo; es por eso que es posible regatear.
Como no hay impuestos y no suele haber tanta competencia se pueden encontrar mejores precios que en otros lugares. El gobierno tiene muy controlado con sus leyes que es lo que se vende para que sean cumplidos los estándares de calidad que se ofrecen a los clientes por lo cual en las mismas joyerías dan certificado acerca de su autenticidad.
El mercado está techado por lo cual se puede ir a cualquier hora, teniendo en cuenta que cierran por el mediodía.
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Es una larga calle donde se encuentran una gran parte de las más de 700 joyerías que tiene la ciudad, muchas de ellas están allí desde tiempos antiguos. Las piezas se venden por pesos y luego les añaden lo que consideran que es el valor del trabajo; es por eso que es posible regatear.
Como no hay impuestos y no suele haber tanta competencia se pueden encontrar mejores precios que en otros lugares. El gobierno tiene muy controlado con sus leyes que es lo que se vende para que sean cumplidos los estándares de calidad que se ofrecen a los clientes por lo cual en las mismas joyerías dan certificado acerca de su autenticidad.
El mercado está techado por lo cual se puede ir a cualquier hora, teniendo en cuenta que cierran por el mediodía.