El arte y la cultura de la Comunidad de Estados Independientes está fuertemente marcada por el régimen comunista que mantuvo unificados los criterios en todo el territorio al final de este apartado encontrará una lista sugerentes de museos para apreciar el arte de la región. Hasta la desaparición de la URSS, se pueden diferenciar los siguientes períodos:
De la Prehistoria a Bizancio
En este período destacan los restos de los escitas y de los griegos que se encuentran, sobre todo, en la Península de Crimea.
Arte Bizantino
A partir del siglo X la influencia bizantina se deja sentir en todo el Rus de Kiev y Novgorod. Comienza la literatura y la arquitectura propiamente rusas. Las construcciones sustituyen la madera como elemento fundamental por la mampostería. Las edificaciones religiosas siguen el ejemplo de Santa Sofía de Constantinopla, de gran tamaño con preciosas cúpulas y fuertes pilastras para sostener el peso y con una preferencia especial por la verticalidad impuesta, quizá, por el clima, ya que las grandes nevadas necesitaban ejes verticales para sostener el peso. Con el paso de los años se tiende a una mayor simplicidad en las formas. Las influencias occidentales se mezclan con las orientales. Aparecen los frescos, mosaicos y los magníficos iconos que pretenden descubrir el misticismo frente a la realidad palpable.
Moscú
La importancia de esta ciudad durante los siglos del XV al XVIII queda plasmada en el arte de esa época. Se vuelve a la madera como principal soporte ya que su utilización procedía tradicionalmente de la Rusia Central. Las construcciones se realizan, para dejar constancia del poder de los gobernantes, siguiendo las líneas más tradicionales de la arquitectura rusa. Una buena muestra son las iglesias votivas. Se perciben las influencias del Renacimiento italiano y del barroco francés.
San Petersburgo
Con el traslado de la capital a esta ciudad también el epicentro artístico varía durante el siglo XVIII. Las dos claves de la arquitectura de este período serían sencillez y funcionalidad en una primera parte, dejando paso a la muerte de Pedro I, a la grandiosidad y la decoración abundante con claras influencias barrocas y rococós.
La Academia de las Artes
Catalina II decide crear la Academia de las Artes en la que los jóvenes rusos con talento podían desarrollar plenamente su educación. Los frutos no tardaron en llegar. Pintores de la talla de Rokotov, Levicki y Briullov, entre otros, salieron de ella. A lo largo del XIX la pintura rusa consigue salir de los moldes rígidos de la Academia y, aunque no era fácil, se empiezan a desarrollar otros temas, como las escenas campesinas de Venecianov. Los intelectuales y artistas se unen para acabar con el monopolio artístico de la Academia creando la Asociación de Exposiciones Itinerantes que lleva el arte a todo el país. A este grupo pertenecen talentos como los de Perov, Kramskoi, Miasoedov, Savrasov, Dostoievski, y Tolstoi entre otros.
El arte soviético aúna los criterios artísticos en servicio de la funcionalidad. El metro, una estación de tren o una industria puede ser una auténtica obra de arte. En pintura fueron reprimidos en un primer momento los movimientos abstractos como el practicado por Maevich, dando paso al realismo puro de Nesterov, Mashcov o Guerasimov en pintura o a Merkurov o Komenkov en escultura.
Literatura
La literatura rusa es conocida mundialmente por autores de la talla de Pushkin, Godol, Turguéniev o Benediktov y Tiuchev en poesía. Especial importancia ha tenido el realismo de Tolstoi y Dostoievski a finales del siglo XIX. Ya en nuestro siglo Chejov, Bunin y Gorki en novela, Briusov, Ivanov y Block en poesía, Treniov, Zamjatin y Ivanov en teatro y Evreinov, Stanislavski y Tairov en las vanguardias.
Durante el gobierno de Stalin se produjo un serio retroceso debido a la censura existente que finalizó con su muerte y poco a poco fueron apareciendo nuevas voces disidentes con el sistema soviético, Ehrenburg, Nekrasov, Kazakov y Amalrik entre otros.
Música y Danza
La música rusa ha tenido excelentes compositores en su haber. Balakirev, Cui, Musorgski, Borodin y Korsakov, como seguidores de los cánones más tradicionales. Influenciados por occidente destacan Rubinstein, Chaikovski, Rajmaninov y Liapunov. Revolucionarios y originales Stravinski, Prokofiev, Kabalievski y Jachaturian entre otros.
No podemos olvidar a bailarines tan maravillosos como Nureyev salidos de la escuela del Teatro del Bolshoi o películas tan importantes para la historia del cine como “El Acorazado Potenkim”.
Los artistas rusos que pretendían salirse de la norma fueron censurados continuamente. Muchos de ellos decidieron exiliarse a países occidentales, sobre todo a Estados Unidos, donde podían desarrollar sin dificultades el inmenso caudal creativo que llevaban en su interior. Hoy en día resurgen tímidamente nuevos movimientos aunque todavía sin mucha fuerza.