Es una de las casas más conocidas de la ciudad, por una extraña historia que, aseguran, sucedió entre sus paredes: la casa pertenecía al corregidor don Carlos de Ucel, quien vivía con su hija Blanca. Una noche, el corregidor abrió su casa a un grupo de judíos quienes, tras encender una vela, consiguieron que apareciera una escalera, abajo, un tesoro escondido. Doña Blanca volvió a intentar encender la vela a la noche siguiente, pero quedó atrapada debajo de la tierra, pues se consumió antes de que pudiera llegar a salir de ahí. Sus gritos fueron escuchados por su padre, que no pudo sacarla de allí, y se cree que aún se oyen dichos gritos algunas noches si es que se pasa cerca. Esta mansión renacentista cuenta con una bella fachada obra de Hernán Ruíz el Joven (1560). Sobre el dintel, una graciosa figura femenina abre sus brazos para sostener la leyenda que da entrada a la casa. A su lado, dos leones parecen proteger la figura. El segundo cuerpo de la estructura representa un templete de estilo griego o romano, con frontón y motivos platerescos decorando el conjunto. El piso superior está formado por una galería con tres arcos de herradura. ---------------------

Dirección: Casa de los Villalones o de los Orives Calle San Pablo, s/n Córdoba