El valle de Canfranc está situado en la frontera con Francia. Las relaciones entre los habitantes del valle y sus vecinos franceses han sido fluidas. En el siglo XIV se firmaron unos pactos para el aprovechamiento de los pastos con los vecinos bearneses que todavía se respetan.
No obstante, su importancia como paso pirenaico se remonta a la época de los romanos y de los árabes quienes se retiraron por aquí al ser vencidos en Poitiers. Posteriormente serían los peregrinos del Camino de Santiago quienes lo utilizarían.
El ferrocarril fue construido en 1928 y atrajo gran actividad al pueblo. La "Estación Internacional" de Canfranc era uno de los pasos más importantes de comunicación con el país vecino. En 1970 se suspendió el servicio tras hundirse un túnel. En la actualidad y pese a las reivindicaciones hechas por distintos grupos no se ha vuelto a abrir esa vía y la estación se encuentra semiabandonada: a ella tan sólo llegan trenes de corto recorrido.