Los romanos llegaron a instalarse a Croacia en el año 229 a.C., donde permanecieron alrededor de ochocientos años, conquistando en una primera fase a las tribos panonias. La región fue dividida en dos provincias: la Baja y la Alta Panonia y Dalmacia, la antigua Illyricum.
Cuando el Imperio fue dividido, Croacia, junto con Eslovenia y Bosnia quedó como parte del Imperio Romano de Occidente.
El emperador Diocleciano se retiró a la fortaleza que construyó en Split, de la que llegan a nuestros días algunos e importantes restos y constituyéndose como una de las principales ruinas romanas de Europa del este.
En el siglo IX las tribus de eslavos croatas desplazaron a los romanos, formando un reino independiente bajo el mandato del duque Dálmata Tomislav, en el año 925. Lamentablemente, entre los siglos X y XI, debido a la fragilidad del reino y a la poca unidad del territorio, la zona fue atacada por algunos reyes de Venecia, estableciendo en la costa algunas bases, pero que no llegarían a consolidarse.
Los Turcos y los Habsburgo En Croacia Ante la amenaza turca, los croatas pidieron en el siglo XVI la ayuda de Austria, bajo cuyo mandato permanecieron hasta 1918.
Tras la derrota de Austria en la Primera Guerra Mundial, Croacia pasa a ser gobernada por Serbia, con la resistencia enérgica de los nacionalistas croatas que aspiraban a la independencia.
Durante la Segunda Guerra, el gobierno fascista del movimiento Ustase dominó Croacia y Bosnia - Herzegovina, iniciando una devastadora campaña de exterminio contra serbios, judíos y gitanos que habitaban en Croacia. Las masacres de croatas por parte del movimiento de los serbios, “Cetnik”, impulsaron a numerosos croatas a unirse a las fuerzas comunistas de Tito para hacer frente a las matanzas.
Los Últimos Acontecimientos de Croacia Tras el fin de la guerra, se le garantiza a Croacia un estatuto de autonomía pero con la condición de mantener el gobierno en Belgrado, perteneciendo y formando junto con las otras 5 repúblicas (Serbia, Montenegro, Bosnia-Herzegovina y Macedonia), la Federación de Yugoslavia.
Aprovechando los vientos de cambio que azotaron la Europa del Este en 1989, los croatas organizaron las primeras elecciones libres en 1990, imponiéndose en ellas el partido de la Unión Democrática Croata de Franjo Tudjman. Un referéndum en mayo de 1990 aprueba la independencia de Croacia.
La actual República de Croacia es un país europeo joven, cuya Constitución fue aprobada por el Parlamento Croata el 22 de diciembre de 1990. Adquirió su reconocimiento internacional el 15 de enero de 1992, cuando fue admitido en la Organización de Naciones Unidas.
Es un país rico en recursos naturales, cuyas prioridades principales son el impulso al turismo nacional y el crecimiento económico basado en los servicios y en la alta tecnología. Aspira, como muchos otros países de la zona, a formar parte de la Unión Europea, sin embargo, aún faltan algunos campos en los que hay que trabajar con esmero.