Los primeros habitantes daneses llegaron desde Suecia a Jutlandia en el siglo V a.C. Serán los vikingos los que otorguen unidad nacional al país con su llegada en el siglo IX bajo el mando de Hardegon, cuyo hijo, Gorm el Viejo, dio origen a la dinastía danesa, la más antigua de Europa. Tras cristianizarse decidieron invadir Inglaterra.
Edad Media
Durante la Edad Media entraron en aguerridos enfrentamientos con sus vecinos eslavos y bálticos. En el siglo XIV Margarita I la Grande, esposa de Haakon VI de Noruega, unió las coronas de ambos países a la de Suecia en lo que se conoce como Unión de Kalmar (1397) que, en el caso noruego y danés, no finalizaría hasta 1814. En 1523 Suecia se separó de esta Unión coronando a Gustav Vasa rey.
Prostentatismo
La llegada del protestantismo, en el siglo XVI, supuso una verdadera convulsión en el país nórdico, dando lugar a una guerra civil que finalizó con la declaración del luteranismo como religión oficial.
Conflictos Internacionales
Cristian IV condujo a su próspera nación a la ruina al entrar en conflicto con Suecia con motivo de la Guerra de los Treinta Años. La derrota supuso el declive danés, acentuado con las pérdidas sufridas bajo el reinado de Federico III.
Las guerras napoleónicas volvieron a traer derrotas a los daneses. Reino Unido venció a la flota danesa en 1801, quemando gran parte de Copenhague. Suecia, aprovechando la situación de debilidad de Dinamarca, consiguió arrebatarle la soberanía que ésta ostentaba sobre Noruega, aunque los daneses mantuvieron Groenlandia, Islandia y los archipiélagos de las Feroe y las Vírgenes.
Modernismo
El siglo XIX trajo importantes cambios a esta nación nórdica. La revolución cultural vino de la mano de un cambio en la mentalidad política de los daneses, dispuestos a acabar con el absolutismo y a exigir un gobierno constitucional. Este movimiento liberal dio sus frutos en 1849 con la promulgación de la primera constitución danesa. Bajo esta recién nacida monarquía constitucional Dinamarca vivió un periodo de crecimiento económico. El aumento de la actividad industrial creó una clase obrera que se organizó en sindicatos y partidos de izquierda.
Siglo XX
Con muchas dificultades, Dinamarca consiguió mantener la neutralidad durante la I Guerra Mundial. Sin embargo, Alemania truncó los planes daneses durante la II Guerra Mundial invadiendo el país escandinavo el 9 de abril de 1940. La dominación germana fue constantemente saboteada por el pueblo danés, que tras la caída del III Reich fue considerado aliado entrando Dinamarca en la ONU. Recién culminado el conflicto Islandia, autónoma desde 1918, declaró su independencia.
Los diversos gobiernos socialdemócratas que se sucedieron desde el fin de la II Guerra Mundial colocaron a Dinamarca en los primeros puestos en cuanto a bienestar y calidad de vida en el marco de un estado especialmente preocupado por las cuestiones sociales.
En 1973 los daneses eligieron por referéndum integrarse en la Unión Europea, aunque siempre han sido reticentes a la aceptación total del tratado de Maastricht. En el 2000 rechazaron la adopción de la moneda única.
Los Primeros pasos por la Historia de Dinamarca Los primeros habitantes que poblaron estas tierras eran fundamentalmente cazadores en busca de renos errantes, tras el periodo que siguió al deshielo. La historia del país está íntimamente ligada a la del resto de los países escandinavos con los que alternaba tanto guerras como alianzas.
Cuenta la historia que alrededor del año 500 de nuestra era, una tribu conocida con el nombre de “danos” partió de Suecia para apoderarse de la Dinamarca actual. El idioma encontrado en algunas inscripciones de la época, descubre un dialecto neogermánico ya bastante diferenciado del alemán. Pero Dinamarca era todavía un país en la periferia y no llegaría a conocerse con detenimiento hasta que Carlomagno en el siglo IX extendió su imperio hasta el norte de Alemania, ya en la frontera danesa. En esta época comenzaron las expediciones vikingas hacia Europa, consideradas como una contraofensiva a los avances francos. Los vikingos, feroces guerreros y grandes comerciantes, eran superiores en un solo campo, en el arte de construir buques de guerra fuertes y rápidos. Esta superioridad en las aguas les daría la posibilidad de dominar durante largos períodos el Mar del Norte, el Báltico y los ríos navegables del continente. De hecho sus fechorías influyeron considerablemente en la formación final de los estados del norte europeo y Dinamarca junto con las provincias suecas de Escania, Halland y Blekingue. Siendo en su expansión un reino vikingo construdo alrededor de mares interiores.
La Primera Monarquía de Dinamarca Dinamarca, el reino más antiguo del mundo, remonta su primera monarquía al año 930 d. C. El primer monarca danés fue Gorm “El Viejo”, éste dejó el trono a su hijo Harlad I Diente Azul, que convirtió a su pueblo al cristianismo. Eran todavía reyes vikingos, una época que duraría hasta el siglo XI y que se vería seguida de otra caracterizada por luchas internas con los países vecinos, sobre todo con Alemania aunque los conflictos con Suecia también fueron frecuentes.
Los Siglos XVII y XVIII en Dinamarca Dinamarca era en la Edad Media el más poderoso de los Estados nórdicos, si bien perdió su preponderancia en el siglo XVII. La gran época de reformas y modernización del país comenzaría en 1660, cuando Fedrik III llevó a cabo un golpe de estado que privó a la nobleza de sus privilegios. El nuevo gobierno modernizó la administración y fortaleció la defensa. Fue una época de paz en la que Dinamarca se mantuvo neutral en todos los conflictos internacionales. Floreció el comercio, la economía y el gobierno inició una serie de reformas sociales que poco a poco tendrían un marcado carácter político. La población danesa gozaba entonces de estabilidad y hasta los campesinos poseían derechos civiles. La escolaridad se hizo obligatoria para todos los niños y se acabó con el analfabetismo.
En el siglo XVIII estuvo muy marcado por la influencia alemana, la revolución francesa y las guerras europeas con Napoleón al frente minaron las reformas empezadas. Dinamarca fue ferozmente atacada por Inglaterra temerosa de una alianza entre daneses y franceses. Tuvo lugar una época sombría que se refleja claramente en los intelectuales de la época, entre ellos el escritor Hans Christian Andersen y el filósofo Soren Kieerkegaard.
Los Siglos XIX y XX en Dinamarca A mediados del siglo XIX la monarquía absoluta fue sustituida por una monarquía constitucional, entonces la más moderna de Europa, tras un largo conflicto entre el rey y los partidarios del régimen parlamentario. Los progresos en el socialismo culminaron en 1924 con la formación del primer gobierno socialdemócrata homogéneo.
Dinamarca, debilitada después de la Primera Guerra Mundial fue presa fácil de Alemania y a pesara de haberse declarado neutral fue ocupada por ésta en la Segunda Guerra Mundial, con el pretexto de que se trataba de un asunto puramente militar que no alteraría la situación interna del país. La ocupación se prolongó hasta 1945, lo que hizo cambiar la política exterior y militar del país. Al final de la guerra, en 1945, Dinamarca obtuvo el estatuto de nación Aliada y ingresó en las naciones Unidas.
Los socialdemócratas dominaron la vida política danesa desde el fin de la Segunda Guerra Mundial hasta la seria derrota de 1968. A partir de esa fecha los gobiernos en coaliciones a veces de numerosos partidos, han sido dirigidos por socialdemócratas y liberales radicales, alternándose más o menos regularmente en el poder. En 1977 los socialdemócratas recuperaron una holgada mayoría. En 1978 Dinamarca concedió la autonomía interna a Groenlandia. En 1982 comenzó en el poder un gobierno de centro-derecha. Los daneses han manifestado sus dudas en cuanto al apoyo de la formación de la Unión Europea. De hecho, cuando el Tratado de Maastruiht establecía los términos de una unión europea UE económica y política, en Dinamarca no fue mayoritariamente aceptado. Cuando se garantizaron en el tratado algunas excepciones, los daneses votaron por segunda vez aceptando el tratado en 1993. Sin embargo, muchos daneses temen que con la UE se establezca una perdida del control local para desembocar en una Europa burocratizada y dominada por poderosas naciones.
Dinamarca es hoy una monarquía constitucional. La Reina margarita II, casada con el príncipe Enrique, de origen francés, ocupa el trono desde 1972. Es la encargada de nombrar a los ministros bajo recomendación del parlamento. Se trata de una monarquía parlamentaria con una sola cámara. Se vota a partir de los 18 años y de cada 10 daneses, uno pertenece a un partido político. Los principales partidos son: el socialdemócrata, conservador, liberal y socialista aunque recientemente una docena de partidos cuentan con representación en los 179 escaños del Parlamento.
Dinamarca es hoy por hoy el único país del mundo que cumple con la recomendación de Naciones Unidas de destinar al menos uno por ciento de su producto interior bruto al Tercer Mundo en España esta cifra no llega al 0,3 . Además, los daneses están haciendo un esfuerzo suplementario por ayudar a modernizar las naciones que antes pertenecían a la Europa del Este.