Con una antigüedad de entre 40 y 50 millones de años, Wadi al-Hitan es un hallazgo paleontológico milagroso; aunque no es el yacimiento más antiguo del mundo, presenta un interesante subconjunto de preguntas que aún no tienen respuesta; más bien, presenta más preguntas que respuestas, punto. Aun así, con millones de restos óseos intactos, algunos de ellos con el contenido de sus estómagos disponible para su estudio, Wadi al-Hitan es un descubrimiento extraordinario que cambiará las reglas del juego.
Tras su descubrimiento en 1902, Wadi al-Hitan ha sido citado como una "rara y valiosa instantánea de ballenas en las etapas finales de la pérdida de sus extremidades posteriores", marcando un nodo clave en su evolución marina. Aunque el valle es un hallazgo esencial, ha dejado a los biólogos luchando por identificar el antepasado más antiguo de la ballena. Las similitudes en la forma de los dientes llevaron a suponer que las ballenas podían haber compartido raíces con los mesoníquidos: mamíferos carnívoros no muy distintos de los lobos.
No fue hasta 2005 cuando los científicos descubrieron el "eslabón perdido" entre las ballenas y su pariente más cercano, el hipopótamo. Se trataba de una investigación mano a mano que comparaba los hallazgos de Wadi al-Hitan con fósiles de cetáceos encontrados en Pakistán. Sorprendentemente, las ballenas se situaron en un grupo taxonómico que incluía animales como camellos, cerdos y jirafas.
Ese mismo año, tras tan vitales conclusiones, el valle fue considerado protectorado por el Estado egipcio y Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Aunque Wadi al-Hitan toma prestado su nombre de las ballenas, éstas no son los únicos huéspedes antiguos. La zona también alberga restos de animales antiguos, como tiburones, cocodrilos y tortugas. Debido a su difícil acceso, el valle no es un destino habitual para los turistas, pero los que han estado lo han descrito como un "paisaje extraterrestre" y una "experiencia surrealista increíble".
Situado dentro del protectorado más amplio de Wadi al-Rayan, el valle está a 150 kilómetros al suroeste de El Cairo y se cree que quedó sumergido en lo que fue el Mar de Tethys.
Ese mismo año, tras tan vitales conclusiones, el valle fue considerado protectorado por el Estado egipcio y Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Aunque Wadi al-Hitan toma prestado su nombre de las ballenas, éstas no son los únicos huéspedes antiguos. La zona también alberga restos de animales antiguos, como tiburones, cocodrilos y tortugas. Debido a su difícil acceso, el valle no es un destino habitual para los turistas, pero los que han estado lo han descrito como un "paisaje extraterrestre" y una "experiencia surrealista increíble".
Situado dentro del protectorado más amplio de Wadi al-Rayan, el valle está a 150 kilómetros al suroeste de El Cairo y se cree que quedó sumergido en lo que fue el Mar de Tethys.
La gran colección de fósiles constituye una promesa científica, ya que se trata de un suborden de ballenas extinguido hace mucho tiempo, conocido como arqueocetos, que ha sido revelado por el viento, la erosión y las excavaciones arqueológicas. A diferencia de sus congéneres marinos modernos, la incorporación de patas sugiere un origen terrestre de las ballenas como especie.