Una de las mejores riquezas de El Salvador son sus gentes. El encanto de los habitantes de este territorio le ha valido el nombre de “El país de la sonrisa”. Más de cinco millones de habitantes, un 90% de mestizos, un 5% de indígenas y el otro 5% de descendientes europeos pueblan el país. El Salvador guarda un rico pasado de culturas indígenas que se manifiestan en las danzas, las narraciones y las costumbres producto de la mezcla entre lo indígena y lo español. Las festividades populares van siempre acompañadas de las danzas folclóricas con trajes y máscaras de gran colorido.