En su origen, las dos ciudades estaban separadas por cuatro kilómetros. Tras la expulsión de los moriscos, Elda se repobló con castellanos y Petrel con habitantes de la Foia de Castalla. Los primeros conservaron su idioma y los segundos sus tradiciones y cultura expresadas en valenciano.
Elda se caracteriza por su importantísima industria del calzado, mientras que Petrel destaca en el campo de la marroquinería.