Los eslovenos se establecieron en el siglo VI d.C. y aceptaron el cristianismo en el siglo VII.
La Austria de los Ausburgo se hizo con el control de Eslovenia en el siglo XIII, continuando así hasta 1918. La revolución democrática de 1848 incrementó la conciencia política de los eslovenos y en 1918 Eslovenia fue incluida en el reino de los serbios, croatas y Eslovenos.
Durante la Segunda Guerra Mundial, la mayor parte del país cayó bajo el poder nazi, mientras los partisanos luchaban desde las montañas. Tras la guerra, Eslovenia obtuvo la franja de 47 kilómetros de costa en el Adriático entre Trieste y Portoroz. Koper fue entonces desarrollada como puerto importante para una Eslovenia hasta entonces aislada del mar.
Ante el peligro de que la antigua y desaparecida Yugoslavia anulase la autonomía que hasta entonces disfrutaba, Eslovenia se convirtió en 1990 en la primera república yugoslava en convocar unas elecciones libres y a través de ellas lograr la independencia, por primera vez en su historia. Tras unos breves escarceos militares, y ante la ausencia de problemas con la minoría étnica serbia, las autoridades de Belgrado accedieron a retirar sus tropas. Eslovenia fue admitida en las Naciones Unidas en mayo de 1922. En mayo de 2004 se ha incorporado a la Unión Europea.