La población es de origen árabe, aunque en la etapa en que esta etnia dominó estas tierras convivieron con ella judíos y cristianos, que vivían en reducidas comunidades como fueron Albalaxtear, Chucar y Cenajen. Cuando la zona fue conquistada por los cristianos todas estas agrupaciones se unieron formando Fajarán, que dependió de Ronda desde el siglo XVI hasta el XIX. Ya en 1814 Fernando VII concedió a la población el título de Villla.