En los imponentes restos de las murallas de las tumbas de los meriníes, se encuentra una pintoresca colina en alto al norte de la medina de Fez con vistas magníficas de la ciudad, desde donde se divisan los importantes lugares de interés histórico y de culto religioso en medio de un incesante movimiento y actividad de la ciudad : empezando por la medina, presidida por la Mezquita Al Karaouine; siguiendo por Fez-jadid, con el palacio real y el mellah (la antigua judería); y acabando por la ciudad nueva, que contrasta con el resto de sus grandes casas , avenidas y parques. Un mirador donde se puede apreciar lo sublime que es esta ciudad la cual da ganas de explorarla hasta el más mínimo detalle.
Estas tumbas fueron construidas en el siglo XIV durante el reinado de la dinastía Meriní, que duró más de 200 años, estas tumbas están ubicadas dentro de una necrópolis siendo uno de los monumentos más sobresalientes de esa epoca.
Cerca de la necrópolis se encuentra cerca la Fortaleza Borj Norte, la cual había sido destinada en otras épocas para proteger la ciudad y que en la actualidad acoge un museo de armas, y la Kasbah de Sherarda donde está la Universidad de la Qarawiyyin, una de las más antiguas del mundo, y un hospital.
Se puede llegar a las tumbas de los meriníes tomando un taxi pero la mayoría de los viajeros prefieren hacer el camino a pie para no perderse los magníficos paisajes naturales que se pueden apreciar en el trayecto. El lugar está naturalmente algo aislado del centro Fez, por lo que se recomienda visitarlo durante el día.
La vista de la ciudad es sorprendente que incluso se encuentra un hotel construido cerca del lugar para poder contemplar la vista de la ciudad desde la habitación desde donde uno se hospede.