El plato más típico de Finlandia es la famosa mesa de entremeses nórdicos, Smörgasbord y que presenta decenas de variedades de pescado, carne y charcutería así como de ensaladas aunque también pueden encontrarse sopas y platos de cocción lenta.
En un país de agua y de pesca hay que probar los diferentes platos a base de pescados como el arenque del Báltico a la marinera, asado o al horno, lucio, tímalo, farra o lota en salsa, al horno, empanados o ahumados, sin olvidar el salmón fresco, ahumado o en salazón. Las huevas de lota, demasiado escasas para ser exportadas, son un manjar servidas con cebolla y crema agria, todo ello rociado con el célebre vodka finlandés.
En otoño aparecen en los bosques las setas, de las que hay cientos de especies comestibles, aunque otras venenosas por lo que se recomienda comprarlas en el mercado o degustarlas en restaurantes. Asimismo, cabe destacar el alce, cuya carne guisada resulta exquisita. Entre las comidas regionales hay que probar las empanadillas de Karelia, rellenas de patata o arroz, los panes rellenos de pescado, el queso de pan, los purés, los panes de avena y los frutos silvestres de los bosques, que son algunas de las exquisiteces de la gastronomía finlandesa.
Helsinki es famosa por la comida rusa pero también por sus altos precios. En general comer en los restaurantes de Finlandia puede resultar algo caro pero existen menús del día, servidos entre las 11.00 y las 14.00 horas que incluyen ensalada, pan, leche o café por un módico precio. No hay que olvidar que, más que la variedad, lo que caracteriza a la comida finlandesa es su frescura.
Bebidas
Los finlandeses beben en las comidas agua, leche o cerveza. Es posible, también, encontrar una gran variedad de excelentes vinos de importación. Las cervezas se denominan olut y se caracterizan por ser suaves y con poco cuerpo.