La cocina de Formentera es muy similar a la de Ibiza, lógicamente por haber sido repoblada por ibicencos y por apenas existir distancia entre ellas. Por ello, la gastronomía de esta isla sigue teniendo apetitosas salsas y buenos platos de pescado.
De entre las primeras, cabe destacar la salsa mossona o la salsa Nadal, elaborada a base de almendras y avellanas.
De los platos del mar, no hay que olvidarse de probar pagellides a la marinera, rape a la casolana, guiso de langosta o sus arroces marineros.
Un mínimo rodaje gastronómico permitirá elegir en Formentera un lugar donde reponer fuerzas. Goza de reputación el restaurante es Molí de Sal, en plena playa de ses Illetes, con el único inconveniente que la cuenta está a la altura del paisaje; la simpatía del patrón -un formenterés al que todos conocen por Johnny- ayuda a digerirla. Una alternativa para comer buen pescado a precio razonable -eso sí, en un entorno más al uso- es el restaurante Capri, en es Pujols; Pepe, el propietario, ayuda con profesionalidad a la hora de elegir. En los restaurantes marineros de es Caló también se guisa buen pescado a la vera del mar; la elaboración y el servicio son aquí algo más rústicos.