n el histórico barrio antiguo es un gran lugar para pasear. Es una plataforma de lanzamiento perfecta para viajes a Sapa y a la bahía de Halong. En general, se puede disfrutar de la ciudad y su deliciosa mezcla de arquitectura colonial francesa.
Hanói (en idioma vietnamita: Hà Nội), la capital de Vietnam, y también su segunda ciudad más grande, es una mezcla fascinante entre Oriente y Occidente, que combina motivos tradicionales chino-vietnamitas con un estilo francés.
Está prácticamente libre de las décadas de guerra, y ahora está atravesando un auge en construir su economía y su futuro, lo que la convierte en una ciudad en rápido desarrollo dentro del sudeste asiático.

La población en 2015 se estimó en 7.7 millones de personas. La ciudad se encuentra en la orilla derecha del río Rojo. Hanói está a 1.760 km al norte de la ciudad de Ho Chi Minh y a 120 km al oeste de la ciudad de Hai Phong.
La población de Hanói está en constante crecimiento (alrededor de 3.5% por año), un reflejo del hecho de que la ciudad es una gran área metropolitana del norte de Vietnam y también es el centro político más importante del país.
Este crecimiento de la población también ejerce mucha presión sobre la infraestructura, parte de la cual aún es anticuada y se remonta de a principios del siglo XX.
Pese a todo, Hanói goza de un rápido desarrollo del mercado inmobiliario el cual es similar al de la ciudad de Ho Chi Minh, llegando a surgir nuevas zonas urbanas y otras que cuentan con un gran prestigio.

Después de las reformas económicas que marcaron el inicio del crecimiento económico, la apariencia de Hanói también ha cambiado significativamente, especialmente en los últimos años.
La infraestructura se actualiza constantemente, con nuevas carreteras y un sistema de transporte público mejorado. Hanói ha permitido que muchas cadenas de comida rápida ingresen a la ciudad, como Jollibee, Lotteria, Pizza Hut, KFC y otras. Los lugareños en Hanói perciben la capacidad de comprar "comida rápida" como una indicación de lujo y de poder tener un mayor poder adquisitivo.
El centro de la ciudad de Hanói comprende un área compacta conocida como el distrito de Hoan Kiem, perfectamente delimitado por el río Rojo en el este y por la línea de ferrocarril al norte y al oeste, mientras que su extensión sur está marcada por las carreteras Nguyen Du, Le Van Huu y Han Thuyen. El distrito toma su nombre de su centro actual y el punto de referencia más obvio, el lago Hoan Kiem, que se encuentra entre el casco antiguo estrecho e interminablemente desviado en el norte, y los bulevares arbolados del Barrio Francés, arreglado en un sistema de grilla aproximado, hacia el sur.
Al oeste del distrito central, cruzando las vías del tren, algunos de los monumentos más impresionantes de Hanói ocupan los espacios abiertos de la antigua Ciudad Imperial, agrupados alrededor del Mausoleo de Ho Chi Minh en la Plaza Ba Dinh y extendiéndose hacia el sur hasta los antiguos jardines amurallados del Templo de la Literatura.
Un vasto cuerpo de agua confusamente llamado Lago Occidental o “West Lake” se encuentra al norte de la ciudad, albergando varios templos y pagodas interesantes, pero los atractivos pueblos que una vez lo rodearon han cedido el paso a las zonas residenciales de lujo y un puñado de hoteles de lujo.

El moderno Hanói tiene un aire cada vez más seguro de sí mismo y un murmullo que incluso comienza a rivalizar con la ciudad de Ho Chi Minh.
Hoy en día hay más auge económico y los capitalinos más ricos están preparados para exhibirlo en los restaurantes, cafés y boutiques de diseñadores cada vez más sofisticados que han surgido en toda la ciudad.
Hanói ahora cuenta con deslumbrantes centros comerciales y bodegas de varios pisos; los salones de belleza son la última moda y algunos autos muy caros surcan las calles. Casi todos los demás viajan en motocicletas en lugar de hacerlo en bicicleta.
Las autoridades están intentando -con un éxito desigual- suavizar la anarquía con leyes para frenar el tráfico y regular proyectos de construcción en el Casco Antiguo, junto con un ambicioso plan de desarrollo de veinte años que apunta a aliviar la congestión mediante la creación de ciudades satélites.
Sin embargo, el centro de la ciudad no ha perdido por completo su encanto antiguo ni su carácter distintivo.
Hanói, un tanto injustamente, sigue siendo menos popular que la ciudad de Ho Chi Minh como punto de partida para recorrer Vietnam, y muchos hacen el viaje de sur a norte. Sin embargo, proporciona una base conveniente para realizar excursiones a la bahía de Ha Long, a Sa Pa y a las montañas del norte, donde uno se podrá apartar de los grupos de turistas y disfrutar de la vida en la zona rural de Vietnam. También hay algunas atracciones mucho más cercanas, fundaciones predominantemente religiosas como la Pagoda de los Perfumes, con su espectacular ubicación entre las colinas de piedra caliza, y la ciudadela en forma de espiral de Co Loa, justo al norte de la capital de hoy.
El fértil suelo aluvial del delta del río Rojo es uno de los que alberga una de las mayores densidades de población rural en el sudeste asiático, que vive en pueblos protegidos con bambú salpicados entre los arrozales. Algunas de estas comunidades han estado ejerciendo el mismo oficio durante generaciones, como la cerámica, la carpintería o la cría de serpientes.

Mientras que las aldeas que venden artesanía están ganando más popularidad, es posible, con un poco de esfuerzo, alejarse de los caminos trillados hacia lugares en donde las costumbres dominadas aun por el confucionismo aún predominan.
Hanói cada vez cobra impulso como un destino turístico internación, en el pasado año de 2017, Hanói recibió en promedio a más de 5 millones de turistas internacionales.
Sin duda que al visitar Vietnam, el visitar su capital Hanói se volverá en una visita prácticamente obligada.