En cada pueblo se puede apreciar el rico patrimonio monumental y arquitectónico: las antiguas casonas aragonesas que en las zonas de montaña son edificios de piedra con inclinados tejados de pizarra y que en el llano se construyen de ladrillo, con grandes balconadas y alerones de madera trabajada bajo el tejado y con la típica galería de arquillos renacentista en el piso superior.
La casa es la unidad social más importante en la cultura tradicional aragonesa y en su distribución se advierte el carácter autárquico de esta institución: las casas tradicionales cuentan con sus corrales, sus cuadras, sus bodegas en muchos casos y en ellas se almacena aceite, adobos y en la falsa o buhardilla, el afrecho para los animales.
Las iglesias son otro de los elementos fundamentales en la arquitectura popular. Existen numerosas construcciones románicas y mozárabes de gran valor. Muchas de ellas se remontan al siglo XI y poseen valiosos retablos y tallas. La Catedral de Jaca, en el Camino de Santiago, tuvo una gran influencia en el románico español, siendo su crismón y el ajedrezado jaqués elementos que fueron adoptados en muchos lugares. En los pueblos de los Pirineos y en aquellos otros lugares afectados por la despoblación el estado de conservación de estos monumentos ha sufrido numerosos daños. Además también han sufrido por un auténtico expolio por parte de bandas de especialistas y de simples ladrones.
En la actualidad existen algunos planes para rehabilitar algunos de estos edificios, entre los que destaca un programa para la recuperación de ermitas de difícil acceso.
En los pueblos oscenses subsisten muchas tradiciones, bailes y representaciones ceremoniales: en los valles pirenaicos se ejecutan antiguas danzas con coloridos trajes y en sus carnavales se da vida a personajes ancestrales;en las tierras bajas el dance con bailes y representaciones de luchas entre demonio y ángel es celebrado cada año.Los textos de estas representaciones contienen siempre particularidades lingüísticas de la zona. No obstante donde mejor se ha conservado la lengua autóctona ha sido en las comarcas pirenaicas y en las zonas limítrofes con Cataluña, en algunas de las cuales se habla catalán.
Pero la cultura en esta provincia no es tan sólo tradición: son también festivales de música, teatro, cine... Cada año se celebran los festivales de música Castillo de Ainsa, Pirineos Sur, etc. que eligen los más bellos escenarios para traer a músicos de todo el mundo.
El festival de cine de Huesca es uno de los más importantes festivales de cortometrajes de nuestro país y tiene siempre una gran acogida entre los profesionales del sector y entre el público.