Hungría es un país situado entre dos culturas, la occidental y la oriental. Por eso, en todas sus muestras culturales y artísticas se percibe una original mezcla. La posición geográfica de Hungría y sus orígenes históricos han marcado su cultura,una civilización original en la que todas las artes encuentran su lugar. En la unión de las culturas eslava, árabe y latina, en la confluencia de oriente y occidente, del norte y el sur, el país de los magiares ha vivido siempre, incluso en sus tiempos más turbulentos, inmerso en la cultura y participando de ella
Bellas Artes
El verdadero resurgir del arte y la cultura se desarrolla de los siglos XI al XV. El Románico deja su influencia en las torres macizas y en las excelentes escultura de las portadas. En escultura destacan las piezas realizadas en bronce y las tallas de madera de este periodo. En pintura destacan los retablos de Thomas Kolozsvá
Por otro lado, el Renacimiento se desarrolló principalmente en la arquitectura así como el Barroco, cuyos edificios se extendieron por todo el país
Ya en el siglo XIX se impone el estilo neoclásico con excelentes arquitectos como Pollák e Hild. Del estilo neoclásico se pasa al neogótico con construcciones como el Bastión de los Pescadores en Budapest
En el siglo XX se desarrolla un importante movimiento de pintura moderna destacando Rippl-Rónai, Zichy, Barcsay y Korniss en pintura abstracta y Bálint y Kondor en surrealismo
En Hungría es realmente importante el arte popular que se ha desarrollado gracias a la intensa vida rural del país. Los trajes bordados, los objetos de madera tallada, la cerámica y la arquitectura popular consistente en hileras de columnas de madera que bordean las casas, así como las iglesias de madera con campanario puntiagudo, son consideradas verdaderas obras de arte.
Los suntuosos palacios y castillos que se construyeron en el curso de los mil años de historia de Hungría eran famosos en tierras muy lejanas por su característica de estar en completa armonía con el paisaje. Los más hermosos han sido renovados con gran minuciosidad y manos muy sabias, encontrándose hoy en día al servicio de la cultura, o recibiendo a los huéspedes nacionales y extranjeros como hoteles y hosterías como los de Szirák, Hédervár, Vasszécsény, Noszvaly, Seregélyes y, más de uno, siendo sede de diferentes museos o salas de conciertos o representando un museo vivo en sí mismo.
De la larga serie de edificios y museos destacan el palacio de Sárvár, de la familia Nádasdy, el precioso conjunto barroco del Palacio Real de Gödöllő, el palacio de la familia Eszterházy de Fertőd..etc.
Apenas hay ciudad o localidad de Hungría donde no exista algún que otro museo. Incluso en los pueblos más pequeños, hay colecciones etnográficas y de historia local que presentan las tradiciones del lugar.
El Museo Nacional Húngaro conserva más de un millón de objetos, recuerdos de la historia del país. Budapest tiene en casi todas las ramas del arte y de la ciencia colecciones importantes, desde el Museo de Historia Natural pasando por el Museo de Historia Militar hasta el Museo de Artes Aplicadas.
En el Castillo de Buda, el Museo Histórico de Budapest presenta la historia local de la capital; ahí se encuentra también la Galería Nacional Húngara que alberga una importante colección de las artes plásticas húngaras y el Museo Ludwig, de arte contemporáneo internacional.
El Museo Etnográfico ofrece un suntuoso edificio y una colección extraordinaria. La visita del Parlamento es también una experiencia fascinante. Allí se guarda la Sagrada Corona y los símbolos de coronación húngaros
Música
Hungría es también el país de la música, donde hasta hoy pervive el culto a Franz Liszt, uno de sus hijos más ilustres. Este gran compositor tiene erigidas cuatro estatuas en Budapest y varias más por todo el país; él fundó la Academia de la Música, que se encuentra en la plaza que lleva su nombre. Si se es amante de la música clásica, es muy difícil irse de aquí sin escuchar un concierto de Liszt, o sin llevar de regalo un disco suyo. Naturalmente, la música húngara no es solamente Liszt, también es importante la música folklórica recuperada de nuevo en el siglo XX, y que aún perdura vivamente en muchas aldeas
Hungría es igualmente el país de la opereta. Además de los teatros de la capital, hay más de diez teatros de temporada permanente en el interior del país, que tienen en sus repertorios las operetas húngaras de fama mundial.
Literatura
la literatura húngara no nació como tal hasta el siglo XVI, popularizándose en el XVII con autores como el fabulista Gáspár Heltai, el historiador Verancsics o los poetas Tinódi y Balassa. Después de este período el magiar tuvo que luchar contra el alemán
Es durante el reinado de María Teresa cuando las obras literarias húngaras se desarrollan con más fuerza con escritores como Bessenyei y Kármán. La poesía alcanza especial relevancia con poetas como Verseghy, Bacsányi o Csokonai. Especial mención merecen, ya en el siglo XIX, Kazinczy, Kisfaludy, Katona fundador del teatro húngaro y los poetas Vörösmarty y Petőfi. Durante este período existen dos características básicas en la literatura húngara: el auge de la novela y el teatro frente a la lírica y la importancia de los temas cosmopolitas frente a los nacionales..
A partir de 1919 con la instauración del régimen comunista la literatura sufre una fuerte censura contra la que lucharon Molnár,Biró, Kassák, y Zilahy entre otros muchos.
Festividades de Hungría
Las festividades oficiales de Hungría comienzan el 1 de enero con la celebración del Año Nuevo. Los húngaros se reúnen en familia y dan la bienvenida al año que comienza con una buena comida regada con un excelente caldo de la tierra. El último domingo de febrero en Mohács tiene lugar el Busójárás, carnaval popular en el que los habitantes de la población se disfrazan y cubren sus rostros con antifaces y máscaras para despedir el invierno y conmemorar la expulsión de los turcos. El 15 de marzo es el Día de la Fiesta Nacional en el que se organizan desfiles y otros acontecimientos populares. A finales de este mes tiene lugar el Festival de Primavera de Budapest, un evento de fama mundial. La ciudad se viste de gala para convertirse en la capital de la cultura, organizando conferencias, representaciones teatrales, ópera, conciertos, exposiciones, folclore, danza y mucho más. Este festival tiene amplia repercusión en las calles de la ciudad y pueden verse a los zíngaros con sus violines, mimos, grupos folclóricos o malabaristas que animan la fiesta. De abril a octubre numerosas iglesias se llenan de notas musicales ya que organizan conciertos de música clásica. Son fiestas nacionales el Lunes de Pascua y el Lunes de Pentecostés. La Semana Santa de Hollókő se celebra con procesiones, representaciones de la Pasión, huevos pintados de Pascua, fiestas de remojones de agua, bailes. El 1 de mayo se celebra, al igual que en las principales capitales europeas, el Día del Trabajo. En junio el abanico de festividades se amplía. Budapest celebra su Carnaval con desfiles de carrozas y extraordinarias fiestas en entornos muy especiales. En Decs tiene lugar las Bodas de Sárköz, en las que se puede admirar el folclore tradicional. A finales de mes, en Balatonfüred, se celebra el encantador Baile de las Anas.Teatro al aire libre en el que se interpretan obras dramáticas y ópera. Tienen fama los Conciertos del Círculo Social de Óbuda y los del Auditorio Municipal de Pest, siendo muy apreciados los Recitales de órgano de la Iglesia de San Matías y de la Basílica de San Esteban. En Hortobágy tienen lugar en julio las Jornadas hípicas internacionales exhibiciones ecuestres y muestras de la artesanía de los pastores y vaqueros de la Gran Llanura. También se elabora la comida típica: el gulash. Y en Balatonfüred el Baile de Anna día de Santa Ana, 28 de julio. Tradicional y elegante baile y concurso de belleza. En este mes también se puede disfrutar de espectaculares torneos y exhibiciones al estilo medieval en Visegrád, durante las Justas de Palacio. También se celebran en otros lugares: Miskolc, Ege, etc. Ya en agosto tienen lugar en esta ciudad la Carrera de Fórmula Uno en Hungaroring, el Festival de Opera y el día 20, Día de la Constitución, se celebra, además, el Día de San Esteban y el Festival de los Gremios en el Palacio Real. No se pierda ese día el desfile de barcos por el Danubio y los fuegos artificiales. Fuera de la capital húngara destacan los Juegos Ecuestres de Nagyvázsony que se celebran los años pares y las Jornadas de Pastores y Jinetes de Kiskunság a finales de julio. Durante el mes de agosto se puede disfrutar de alegres festejos populares. En Hortobágy se celebra la Feria del puente entre el 19 y 20 de agosto con una muestra de artesanía de los pastores: tallas en madera con un protagonista exclusivo: el caballo. En Parád, se celebra el Festival anual del palco,con música tradicional, bailes y trajes típicos. También hay muestras de artesanía y de objetos de la vida cotidiana de campesinos y pastores. En Kalocsa, otro acontecimiento popular, el Festival internacional de bailes populares. Una fiesta en la que se unen pueblos de todo el mundo con sus peculiares danzas. Budapest vuelve a vestirse de fiesta en septiembre con la Feria Internacional, el Festival Dreher de la Cerveza, el Festival del Vino y el comienzo del Festival de Otoño. El 23 de octubre se conmemora la revolución de 1956, día que ha sido designado como el día de la Proclamación de la República. El otoño también es una época festiva en Tokaj, donde se celebran las Fiestas de la vendimia septiembre-octubre, con subastas, concursos y catas.. El día de San Lucas en octubre, la población de Pécsvárad organiza la Feria de las Muchachas, en la que se bailan canciones populares. Hungría, país católico, celebra en diciembre la Navidad y para finalizar el año los habitantes de Budapest suelen celebrar la Nochevieja en la Opera. Se celebra en el Teatro de la Opera con bras de Kodály, Liszt, Strauss, Tchaikovsky, etc.