La iglesia gótica de San Nicolás fue una de las cinco iglesias luteranas que había en la ciudad de Hamburgo.
La adornada fortaleza gótica, cuya aguja se conserva en la actualidad, fue construida en 1874 en el mismo lugar. Fue construido en el sitio de una antigua iglesia que se había quemado hasta los cimientos, y una vez terminada, la cima de la torre central marcó el edificio más alto del mundo. Aunque la iglesia sólo mantuvo este honor durante un par de años antes de ser depuesta por otra catedral, siguió siendo una respetada e icónica casa sagrada de la ciudad, cuyo intrincado diseño gótico la convierte en una joya arquitectónica.
Desafortunadamente, como en muchos países de Europa, la Segunda Guerra Mundial llegó y cambió drásticamente el paisaje de la ciudad. Durante un bombardeo en 1943, la iglesia sufrió daños irreparables y tuvo que ser abandonada. Finalmente, el edificio de la nave fue derribado, pero la torre, que aún era bastante sólida estructuralmente, quedó hueca pero en pie.
En esta iglesia, los visitantes pueden experimentar de cerca la historia de la guerra alemana. Una exposición permanente en la cripta de las ruinas muestra las causas y consecuencias de la guerra aérea en Europa. Los visitantes pueden comprender la historia de San Nicolás a partir de grabados históricos, dibujos y ventanas originales de las iglesias; las fotos en blanco y negro recuerdan la guerra y la destrucción que trajo consigo.
El monumento también sirve como lugar de encuentro cultural. Un actual calendario de eventos con conciertos, películas y conferencias crea un vínculo con el presente y centra la atención en los conflictos actuales y los puntos álgidos de la sociedad. Una variedad de eventos tratan activamente la cultura alemana del recuerdo con conferencias que discuten la política internacional actual.
La torre de 147,3 metros de la antigua iglesia principal, casi intacta, es considerada la quinta torre más alta del mundo y puede ser explorada con un ascensor panorámico de cristal. Esto lleva a los visitantes a una plataforma de observación a una altura de 76 metros. Desde allí, la vista se extiende por el puerto, Alster y el centro de la ciudad.
Hoy en día, la hermosa torre sigue en pie en Hamburgo como monumento de guerra. Los visitantes pueden subir en un ascensor hasta la cima de la torre para disfrutar de una hermosa, aunque un tanto trágica, vista de la ciudad.
Horario de apertura: de mayo a septiembre: todos los días de 10:00 a.m. a 6:00 p.m.
De octubre a abril: todos los días de 10:00 a.m. a 5:00 p.m.
Precios:
Entrada al museo y paseo con el ascensor de cristal hasta el mirador:
Adultos: 5,00 euros.
Grupos de al menos 10 personas: 4,00 euros
Niños de 6 a 17 años: 3,00 euros.