Los datos históricos apuntan a los caiquetios como los primeros pobladores de la zona. Estos eran una agrupación tribal de origen arawak que solían reunirse en pequeñas comunidades lideradas por un cacique. Se deduce que los ataques de los duros caribes orillaron a los inmigrantes a estas islas para refugiarse; sin embargo, con la llegada de los españoles, éstos fueron forzados a abandonar los territorios rumbo a la isla de la Española (actual República Dominicana).
Se reconoce como descubridor de estas tierras a Alonso de Ojeda que en el año 1499 llegó acompañado del italiano Américo Vespuccio y el cartógrafo español Juan de la Costa. El dominio español se mantuvo durante todo el siglo XVI, cuando fue abandonada por éstos en busca del oro de otros territorios.
Holandeses
A los españoles les sucedieron los holandeses que se instalaron en 1621 buscando sal y madera, reclamando como suyas las islas de Curazao (1634) y Bonaire (1636).
A mediados de los años cincuenta de aquel siglo, comenzaron a aumentar las migraciones holandesas, especialmente las provenientes del Brasil en busca de refugio. Con ellos llegaron también las técnicas de explotación del azúcar que tiempo después se tuvo que abandonar por causas climáticas. En su lugar se introdujo el cultivo de los cítricos y la sal refinada se convirtió en el elemento más codiciado de la zona.
Durante los siglos XVII y XVIII el comercio de esclavos impulsó el desarrollo comercial de las islas que se convirtieron en un mercado de tráfico de seres humanos para los trabajos forzados de las colonias.
Salvo un corto período de ocupación inglesa, las islas han sido gobernadas siempre por los holandeses. La administración colonial se dirigía desde Surinam y no fue sino hasta el año de 1845 cuando fueron agrupadas en una única dependencia colonial con la población de Willemstad (Curazao) como la capital.
Los años siguientes fueron de estabilización, hasta el descubrimiento de petróleo en la más cercana a Venezuela. Así fue como se instauraron en Curazao los servicios indispensables para la explotación y comercialización del crudo que han relanzado la economía de la zona hasta nuestros días.