Los primeros en establecerse aquí fueron los polinesios. El primer camino coralino, que rompía el interior de Rorotonga, el Ara Metua, lo construyó un jefe llamado Toi, por el siglo XI. Los jefes de Samoa y Tahití se establecen en las islas venciendo a los habitantes de las islas. Los españoles las visitaron en los siglos XVI y XVII. En el siglo XVIII el Capitán Cook avista algunas islas del grupo, y las da a conocer en su mundo. Estas islas son también avistadas por el Capitán William Bligh y Fletcher Christian, aunque al final su descubrimiento se atribuye al Capitán Philip Goodenough en el siglo XIX. Los ingleses las declaran como protectorado suyo. En 1965 las islas se convertirán en un estado con autogobierno. Las Islas Cook funcionan como un estado con autogobierno independiente, aunque están conectadas con Nueva Zelanda lo que les impide tener un asiento en la ONU, pero por otra parte los habitantes poseen nacionalidad neozelandesa, que les aporta algunas ventajas.