El territorio de estas islas es de origen coralino con extensiones muy bajas y llanuras en sus alrededores. La flora de origen tropical es muy variada y destacan los árboles de Manzanillo de los que hay que tener cuidado pues desprenden un líquido lechoso muy peligroso por las reacciones que ocasiona en la piel. Las características de su suelo y clima favorecen a la fertilidad de las zonas naturales en las que se desarrolla una extensa fauna marina. Entre las principales especies que conviven en el mar de Turks y Caicos sobresalen dos en particular: un pez llamado “bonefish” y el Delfín Jo Jo, que mide más de dos metros de largo. También existen 36 especies endémicas de aves, entre las que se pueden citar a los flamencos de color rosa, los pelícanos marrones y las águilas pescadoras. La multiplicidad de pájaros que existen cuentan con reservas naturales en Gibs Cay y Round Cay, en la parte este de Grand Turks, y también en Penington Cay, al sur.