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Historia de Jordania

Historia de Jordania Situado entre dos grandes civilizaciones, la egipcia al oeste y la mesopotámica al este, el territorio jordano fue una importante encrucijada de caminos. Las últimas excavaciones han encontrado vestigios de civilizaciones que se remontan a las edades de Piedra, Bronce y Hierro. Edomitas, Moabitas y Amonitas, los cuales se establecieron en estas tierras.

Las Edomitas, Moabitas y Amonitas en Jordania

Según la Biblia, tras el éxodo de Egipto (1270-1240 a.C.), los israelíes quisieron atravesar el reino de Edom, pero les denegaron el permiso, por lo que tuvieron que rodearlo hasta llegar, por el este hacia el norte, a la frontera con el país Amorita (cerca de Madaba).

En general, los problemas para Israel eran buenas noticias para Jordania. Tras la muerte del Rey David (sobre el 960 A.C.) los edomitas recobraron la mayoría de su independencia y ocuparon el sur de Jordania, estableciendo su capital en Buseira.

Los Árabes y Nabateos en Jordania

Por otro lado, el Imperio Persa se fue convirtiendo (a partir del siglo VI A.C.) en el mayor imperio del este, conquistando Egipto, el norte de la India, Asia menor y luchando contra los estados griegos de Esparta y Atenas.

Durante las conquistas de Alejandro el Grande, los árabes Nabateos se asentaron en el sur e hicieron de Petra su capital.

El Periodo Romano en Jordania

El florecimiento de los nabateos comenzó a preocupar a los romanos, que en el año 65 antes de Cristo llegaron a Damasco y ordenaron a los nabateos a retirarse. No lo consiguieron, no se sabe si porque el rey nabateo Aretas III los derrotó o porque llegó a un pacto con ellos.

Los cristianos y Bizantinos en Jordania

Cuando Constantino I funda Constantinopla (en el siglo IV después de Cristo), en la actual Estambul, se crea el Imperio Romano de Oriente o Imperio Bizantino. A partir de ese momento, el cristianismo se convierte en religión oficial. Por esta razón muchos de los templos romanos se convierten en iglesias. Fue una época de gran prosperidad, esto se puede apreciar en los mosaicos de los suelos.

El Islam en Jordania

Tras la ocupación cristiana en Jerusalén, comenzaron las llamadas Guerras Santas. El comandante musulmán Saladino intentó ocupar Jordania para abrir una vía hacia la reconquista de Jerusalén. Encontró resistencia frente a los Cruzados que pretendían mantener una línea de fortaleza bajo el río Jordán. Finalmente, Saladino venció a los Cruzados en la batalla de Hittin, en 1187. Así, formó la dinastía ayubí, que junto a los mamelucos unificaron Siria, Egipto y Jordania.

El Imperio Otomano en Jordania

Los turcos otomanos derrotaron a los mamelucos en 1516 para pasar a reinar durante los cuatro siglos siguientes. Durante este periodo el país experimentó un estancamiento general, ya que a los otomanos sólo les interesaba Jordania por su importancia en la ruta de peregrinación a la Meca.

La Gran Revuelta Árabe

Durante la I Guerra Mundial, las fuerzas aliadas y el imperio turco estaban enfrentados. Así, los árabes encontraron la oportunidad para derrotar al imperio otomano con ayuda de los aliados. En 1916, Sherif Hussein, líder de los nacionalistas árabes (y unidos a británicos y franceses) emprende la Gran Revuelta Árabe. En 1918 liberaron Damasco de los turcos. El objetivo de Sherif Hussein era la creación de un único estado árabe unificado e independiente.

Pero las alianzas de los árabes y los británicos comenzaron a presentar fisuras a la hora de los repartos de tierras tras la derrota turca. Si bien los árabes querían la creación de un estado único, los británicos querían excluir Palestina de la dominación árabe, a los que los árabes, evidentemente, se oponían. Las promesas coloniales se vieron contradichas al tratar de dejar la mayor parte de Palestina a la administración internacional.

Lawrence de Arabia Thomas Edward Lawrence (conocido en la época como “Te” Lawrence) nació en Inglaterra en el año 1888. Realizó sus estudios en arqueología lo cual le llevaría a las excavaciones en Siria y Palestina en 1909 y 1910. Pronto se convirtió en un agente del Servicio de Inteligencia en El Cairo. Manifestó su desacuerdo con el proceder político de Francia en Siria y favoreció la creación del Estado Árabe.

La Independencia de Transjordania

Por medio del Tratado de Versalles, Gran Bretaña recibió un fideicomiso sobre Palestina, separada sin más en un estado árabe y otro judío, y el territorio que comprendía la Transjordania, zona creada en 1920 por razones políticas.

En la guerra de la Liga Árabe con Israel, Transjordania ocupó la porción antigua de Jerusalén y aquel, la nueva. En 1950 la nación adoptó el nombre de Reino Hachemita de Jordania. En 1958 formó junto con Iraq la Federación Árabe. Tras la ocupación por Israel de la Cisjordania (1967) en la Guerra de los Seis Días, perdió su parte de Jerusalén y los territorios al oeste del río Jordán anexionados por el Estado Israelita.

Los Acontecimientos Recientes de Jordania

En los años setenta los palestinos, particularmente a los pertenecientes a la Organización Nacional para la Liberación de Palestina (OLP), entraron en una lucha más activa contra la ocupación israelí. En aquel tiempo Jordania perdió aliados en otros países por asociarse a la OLP. El mundo asociaba a la OLP con fenómenos terroristas, imagen que recientemente se ha debilitado considerando finalmente a esta Organización como un serio elemento en la búsqueda de la paz en Oriente Medio.

En la Guerra del Golfo, Jordania pareció apoyar de forma diplomática a Iraq, la lucha entre éstos contra Estados Unidos de América y sus aliados, que incluía a algunos países árabes, supuso un gran riesgo para la paz. Al final del conflicto Jordania evitó el total aislamiento y acabó siendo considerada por la comunidad internacional como un país que cooperó activamente en el asentamiento del conflicto bélico.

Jordania se ha recuperado del conflicto y ahora mira por sus propios problemas, el terrorismo y la lucha por la democracia. Es una Monarquía Constitucional con sistema parlamentario de dos Cámaras. La Cámara Baja es elegida mediante votación popular. Las libertades de religión, de prensa, de palabra, de asociación y la propiedad privada están garantizadas por la Constitución.