En la provincia de Málaga conviven las alfarerías tradicionales y la cerámica creativa. Entre las manifestaciones más típicas de la alfarería tradicional está el oficio del barro, en el que destacan los Barros Malagueños, pequeñas figuritas que representan escenas y tipos populares. Se mantiene la artesanía tradicional en la cerrajería artística, y se ha recuperado la tejeduría de alfombras de fabricación manual en las que se emplean como materias primas la lana, el algodón, el yute, el lino y la seda. La técnica del bordado sólo la trabajan los artesanos de Málaga y Macharaviaya, en mantelerías, pañuelos y juegos de sábanas. Otra de las actividades artesanales es la construcción de guitarras, aunque su producción es muy escasa.
Vinos de Málaga Una característica de los vinos de Málaga es el hecho de que las bodegas de elaboración se encuentran cerca de las viñas, así se evita que la uva se deteriore por el largo transporte. Aquí se procede a la obtención del mosto y su fermentación que en Málaga son de tres tipos: el mosto de lágrima, el mosto de yema y el mosto que se obtiene después de extraído el de yema. Las uvas utilizadas son la moscatel y la Pedro Ximénez. La comarca de Axarquía produce unos magníficos moscateles. Los más conocidos son los Málaga Virgen. Según su envejecimiento, los vinos de la Denominación de Origen Málaga se clasifican en:
-Málaga: con un envejecimiento máximo de seis meses.
-Málaga Criadera: envejecimiento entre seis meses y dos años.
-Málaga Noble: envejecimiento de dos a tres años.
-Málaga Añejo: envejecimiento de tres a cinco años.
-Málaga Trasañejo: envejecimiento de cinco o más años.
Dentro de la calificación de vinos viejos se encuentran los siguientes: Málaga lágrima, Málaga Pedro Ximénez, Málaga moscatel, Málaga pajarete y Málaga dulce color, éste último de color ámbar casi negro, al que se le añade arrope en su proceso de elaboración.