Si algo puede distinguir a Malta es su increíble fauna marina. En las numerosas grutas y grietas de las rocas que se encuentran a lo largo de sus costas y en sus proximidades, se descubre una rica variedad de especies marinas, que se pueden admirar y fotografiar. Pero no sólo hay que mencionar a las especies que habitan en aguas saladas, las islas maltesas también son el refugio de cabras, conejos, liebres, perros, serpientes y una gran cantidad de aves como el gorrión, tordo, halcón, mochuelo y garza.
Por otro lado, gracias a su privilegiada temperatura de 15 grados, la vegetación, propia del Mediterráneo brota a raudales. Se cultivan cereales, vides, hortalizas y legumbres, así como la cría de ganado bovino y caprino. En muchas de las islas predomina el paisaje salpicado de rosales, gladiolos, adormideras y némonas azules.