Los Primeros pasos por la Historia de Malta El archipiélago de Malta ha estado habitado desde tiempos prehistóricos. Al final de la Edad de Piedra, aproximadamente en el 4000 a. C. en estas islas se asentaron varias familias de agricultores sicilianos. Llegaron con sus animales domésticos y con sus utensilios y sus aperos de labranza. Durante esa época la población maltesa aumentó y prosperó, llegando incluso a construir templos con bajorrelieves. No está clara la razón, pero se sabe que estuvo deshabitado después (se cree que debido a una degeneración de la raza), unos 2000 años, hasta la llegada de los fenicios en el siglo IX antes de Cristo. Los intrépidos navegantes fenicios fundaron un importante puerto comercial hacia el 800 a. C. Los restos fenicios más importantes encontrados en las islas son los de TasSilg, al sudeste de Malta. Fue invadida por Cartago en el siglo IV y se convirtió en romana en el año 218 antes de Cristo. Durante la época romana existió una clase acomodada de malteses que cultivó un gusto refinado por el arte como puede verse en los mosaicos y esculturas de mármol que se conservan en muchas partes de las islas. Uno de los hechos históricos más relevante de Malta es el naufragio de San Pablo en el año 60 d. C. Existen datos que confirman este acontecimiento del que, inevitablemente, se han forjado muchas leyendas. Los árabes ocuparon el archipiélago de 870 a 1090, fecha en que pasó a poder de los normandos del reino de Sicilia. El Conde Ruggiero el Normando aprovechó la división de grupos árabes para someter la isla. Rápidamente venció la débil resistencia. Cuando murió el último rey normando sin dejar descendencia, los gobernantes malteses fueron elegidos de las casas reinantes en Alemania, Francia y España. Los españoles gobernaron las islas durante casi tres siglos.
En 1530, Carlos V, a quien a la sazón pertenecía la isla, la cedió a los Caballeros de Rodas, que adoptaron entonces el nombre de Caballeros de Malta en 1798. Bajo el gobierno de la Orden las islas desarrollaron un crecimiento económico importante. Se enriqueció el Patrimonio artístico y monumental de las principales islas, ya que los Caballeros invitaron a numerosos músicos, escultores, pintores y arquitectos a colaborar en los proyectos de obras públicas que embellecerían las ciudades.
En el año 1564 el sultán turco Solimán el Magnífico intenta conquistar la isla. Los turcos desembarcaron al sur de la isla y sus primeros movimientos fueron hacia el Fuerte de Sant Elmo, que lograron conquistar el 23 de junio. Sin embargo, lo parecía haber sido una victoria rápida y fácil resultó, al hacer cuentas, bastante desequilibrada, con 100 caballeros y 600 soldados muertos frente a 8.000 turcos. Esto provocó la furia de los turcos, que instalados en el castillo de Sant Elmo lanzaron a los prisioneros al mar crucificados en tablas. Los caballeros no se quedaron atrás y decapitaron a los turcos prisioneros lanzando sus cabezas a cañonazos contra los enemigos. Cuando llegan los refuerzos de los caballeros (8.500 soldados y 250 caballeros) los turcos se retiran finalmente de la isla ante el temor de que podían ser muchos más. Bajo el gobierno de la Orden las islas desarrollaron un crecimiento económico importante. Se enriqueció el Patrimonio artístico y monumental de las principales islas, ya que los Caballeros invitaron a numerosos músicos, escultores, pintores y arquitectos a colaborar en los proyectos de obras públicas que embellecerían las ciudades.
En 1789 la mayoría de los caballeros se pronunciaron en contra de la Revolución Francesa e intentaron salvar sus propiedades en Francia. Malta financia en parte la huída de Luis XVI de Francia, lo que provoca en la asamblea legislativa francesa la anexión de los bienes de los caballeros de la Orden de Malta. Más tarde Napoleón conquista las islas sin apenas resistencia de los caballeros que se exilian en Italia. Con Napoleón en Malta se producen varias reformas, entre ellas la abolición de la esclavitud. Los malteses se sentían abandonados por la Orden, pero aceptaban la autoridad del Obispo y no intentaban ninguna resistencia sin su aprobación.
Los franceses comenzaron a apropiarse de todos los objetos de valor, saqueando albergues, palacios, iglesias, obras de arte, objetos de oro y plata (que luego se fundieron), etcétera. Pero en 1798 estalló el conflicto. Fue en cuando los franceses intentaban saquear la iglesia carmelita de Mdina. Un grupo de malteses se reunieron en la puerta para pedir explicaciones a los franceses, entonces les ordenaron disolverse sin más explicación. Fue cuando un niño de unos doce años (del que no se sabe su nombre) le lanzó una piedra al comandante francés, originando una revuelta general que acabaría por reducir a los franceses, que se encerraron en las fortificaciones y sin poder recibir ayuda naval por el bloqueo británico.
Los ingleses se apoderaron de ella en 1800, tras expulsar a los franceses, y el Tratado de París, de 1814, confirmó su ocupación. En 1947 consiguió una autonomía interna. Tras diversas vicisitudes, en 1964 un referéndum favorable aceleró la concesión de la independencia, en aquel mismo año, dentro de la Commonwealth.
Un progresivo distanciamiento respecto del Reino Unido culminó, en 1974, con la proclamación de la República, dentro del ámbito de la Commonwealth. Dom Mintoff, primer ministro y líder del Partido Laborista, reiteró su política de no-alineamiento, lo que le permitió mantener excelentes relaciones con China y, posteriormente, con la Unión Soviética. En 1979, las fuerzas británicas abandonaron las instalaciones militares arrendadas a la isla.
En 1981 se permitió a las naves mercantes soviéticas la utilización de los depósitos de combustible que antes habían sido de la OTAN, se establecieron relaciones plenas con la URSS y se reiteró la neutralidad de Malta respecto de los bloques militares. La agria disputa que el país mantiene desde los años 70 con Libia, sobre el derecho a las exportaciones petrolíferas en la plataforma continental, fue puesta finalmente a consideración de la Corte Internacional de Justicia de La Haya, en 1982, año en que Malta fue elegida miembro del Consejo General de la ONU.
La Orden de Malta La Orden de San Juan de Jerusalén es una de las instituciones más antiguas de la civilización occidental y cristiana. Se trata de una orden religiosa, laica, militar y nobiliaria. El lema principal es “Tuitio Fidei et Obsequium Pauperum” (la defensa de la fe y el servicio a los pobres y necesitados. La orden tiene su propio ordenamiento jurídico, expide pasaportes, emite sellos y acuña moneda. Así, el Gran Maestre es al mismo tiempo cabeza de un Estado y de una Orden religiosa. Por este segundo motivo la Iglesia le concede el rango de cardenal. Tiene su sede principal en Roma y mantiene relaciones diplomáticas con 93 Estados. Al tratarse de un Orden neutral y apolítica interviene como mediadora entre diferentes Estados. En la actualidad la Orden ha vuelto a Malta, según un acuerdo con el gobierno maltés que le ha concedido el uso exclusivo del Fuerte de Sant Angelo durante 99 años, que perteneció a la Orden desde 1530 hasta la ocupación de Napoleón en 1798. Desde 1988 el 78º Gran Maestre es Frey Andrew Bertie, elegido de por vida.
Los Grandes Gobernantes en Malta Los Grandes gobernantes de la Orden de San Juan durante su permanencia en Malta fueron:
Juan d´Omedes (de la Corona de Aragón) 1536-1553.
Martin Garzes (de la Corona de Aragón) 1595-1601.
Alof de Wignacourt (Francia) 1601-1622.
Louis Mendes de Vasconcellos
(Castilla y León, y Portugal) 1622-1623.
Antoine de Paule (Provenza) 1623-1636.
Jean Paul de Lascaris Castellar (Provenza) 1636-1657.
Martin de Redin (Aragón) 1657-1660.
Rafael Cotoner (Aragón) 1660-1663.
Niccolo Cotoner (Aragón) 1663-1680.
Gregorio Carafa (Italia) 1680-1690.
Andrien de Wignacourt (Francia) 1690-1697.
Ramón Perrellos y Rocaful (Aragón) 1697-1720.
Marcantonio Zondadari (Italia) 1720-1722.
Anton Manoel de Vilhena (Castilla y León,
y Portugal) 1722-1736.
Francisco Ximenes de Exada (Aragón) 1773-1775.