Los restos arqueológicos prehistóricos que se han encontrado en la zona atestiguan que esta zona fue habitada desde la antigüedad. En el año 1614, una flota de 60 barcos turcos desembarcaron en Marsaskala y desde allí marcharon a los pueblos próximos. Después del ataque, el Gran Maestre Alof De Wignacourt encargó construir (pagando de su propio bolsillo) el Fort Saint Thomas. Años más tarde se construyó la Mamo Towers y las torres defensivas de Gardiel, Buttar, Mozz y De Redin, con el fin de entorpecer los movimientos del enemigo una vez en tierra.