Mendoza fue fundada por Pedro de Castillo en 1561. A partir de esta colonización, los frutos mediterráneos fueron introducidos en esta provincia, a lo que ayudó el caluroso y soleado clima de esta zona.
En 1861 la ciudad de Mendoza sufrió su mayor golpe, con un terremoto que destruyó y devastó la zona completamente, y que se llevó a 4.000 de los 12.000 habitantes. Pero rápidamente un nuevo centro fue construido por el arquitecto francés Ballofet. La ciudad poco a poco iba tomando forma de nuevo, con edificios, avenidas y plazas muy atractivos, ahora sí preparados para la evacuación en cualquier momento por si se sucedía algún nuevo terremoto.