En caso de ser un amante del arte y no querer perderse la magnífica obra del gran Da Vinci, no hay que dejar de ver. "La Última Cena" en donde se muestra de forma visual un evento de la vida de Jesús narrado en los 4 Evangelios. La famosa pintura mural, de 460 x 880 cm, representa la noche antes de que Jesucristo fuera traicionado por uno de sus discípulos. Reunió a todos para que comieran su última cena y les dijera que sabía lo que se avecinaba. Mostró a todos sus discípulos cómo comer y beber en su tributo. El cuadro se encuentra en la pared del comedor, junto a la iglesia de Santa Maria delle Grazie, en la periferia occidental del centro de Milán.
Sin duda ha logrado ser una de sus obras artísticas más reconocidas en el mundo y hoy en día es el único fresco de este tipo que aún hoy se puede ver.
Hasta el día de hoy, La Última Cena sigue siendo uno de los mayores legados de da Vinci. A pesar de las restauraciones de segunda mano, la pieza sigue siendo sorprendente de ver, y proporciona una mirada inspirada en el genio del gran da Vinci. También era una pintura que inspiraría a nuevos artistas a aspirar, en términos de perspectiva y presentación. Ciertamente fue un punto de inflexión en la historia del arte que dirigió el arte hacia un camino más nuevo y más realista.
Dirección: Santa Maria delle Grazie, 2 Milán.
Horario: De martes a domingo, de 8:15 a 19:00 horas (última entrada a las 18:45 horas)
El sitio que alberga la pintura se encuentra cerrado al público los días lunes, 1 de enero, 1 de mayo y 25 de diciembre.