Durante los siglos XVII y XVIII, el tráfico de esclavos supuso la llegada de millones de africanos a las islas caribeñas, muchas de las cuales son hoy países negros o mulatos, que han conservado muchos elementos culturales originarios de su continente de procedencia.
En cuanto a las manifestaciones artísticas, la gran mayoría de las islas caribeñas han conservado las técnicas de la artesanía tradicional. Destacan la metalistería de chapa -para lo que se emplean bidones inservibles-, la cestería -fundamentalmente con hojas de cocotero y de platanero- y la elaboración de tinajas de barro pintadas a mano. También se trabaja el cuero, el ámbar y la madera.