La gastronomía de la región está caracterizada por la presencia de recetas tradicionales árabes y por el uso de productos de la tierra a la hora de elaborar sus platos típicos. El uso de las especias, especialmente en la preparación de dulces y postres, es parte del legado culinario árabe. Los dos platos más populares de la cocina granadina son: la tortilla de Sacromonte, las habas con jamón y la olla de San Antón, que se toma especialmente el 17 de enero, fiesta celebrada en honor al santo. La costa de Motril y en general todo el litoral granadino aportan una gran variedad de pescados que se utilizan para elaborar platos tan exquisitos como la “moraga de sardinas”, con vino blanco, limón, aceite y ajo; los boquerones adobados o la “pescada”, frita o rebozada. En cuanto a la repostería hay que destacar la “torta real de Motril”, un exquisito manjar elaborado con almendras, clara de huevo y glaseada con azúcar.