Petra, la ciudad rosada, es el sitio más emblemático de Jordania. Sin duda, una de las antiguas ciudades nabateas más espectaculares de Oriente.

Los nabateos, nómadas beduinos que procedían del norte de Arabia, crearon partiendo de cuevas en la roca, una increíble ciudad fortificada hace más de 2.000 años. Se llega a ella por un estrecho desfiladero, el mítico “Siq” la inmensa grieta arenisca de colores rosados con una extensión de un kilómetro de longitud y desembocar de frente en el llamado “Tesoro” (Al-Khazneh), es una experiencia inolvidable. Escenario de la película “Indiana Jones y la Última Cruzada” es uno de los restos más suntuosos de la antigüedad, con 43 metros de alto y 28 metros de ancho, tallado en la sólida roca, partiendo de un lateral de la montaña y rodeado de cuevas, templos tumbas y un teatro Romano con 7.000 asientos. (También se puede llegar por otros sitios, pero perdería gran parte de su encanto). Se puede acceder a la ciudad caminando, a caballo o en carruaje.

Después de desembocar en la construcción tallada en la roca del Tesoro, la ciudad comienza a abrirse, por la llamada Calle de las Fachadas, entre tumbas y diversas edificaciones talladas en las rocas laterales, hasta llegar al Ninfeo, lugar donde los espacios pasan a ser más amplios; al frente, el Palacio de la Ninfa.

Las primeras horas de la mañana o al caer la tarde, el sol tiñe la piedra en colores rosados, momentos indicados para disfrutar de Petra. Sus principales atractivos son:

As-Siq

Este desfiladero de casi un kilómetro y medio comienza en un puente que es, de hecho, parte de un nuevo dique, construido en 1963 encima de otro edificado por los nabateos en el año 50. Este dique contiene las aguas del río Wadi Musa.

La entrada al As-Siq estuvo una vez encabezado (hasta el siglo XIX) por un arco construido por lo nabateos del que aún quedan algunos restos. El siq se estrecha hasta 5 metros bajo paredes de 200 metros. Sin duda, es uno de los caminos más sobrecogedores del planeta. En tiempos romanos el camino estuvo pavimentado y algunas partes aún se conservan intactas.

En cualquier caso As-Siq no es un cañón producido por la erosión de las aguas, sino que posiblemente una sacudida telúrica en la Prehistoria que dividió la montaña en dos.

As-Siq también ha servido como pasaje para multitud de procesiones religiosas.

Tesoro (Al-Khazned))

Entre los recodos del As-Siq aparece el Tesoro (conocido por los habitantes de la zona como Al-Khazned), una espectacular construcción cincelada sobre la pared rocosa, que da una idea de la avanzada civilización helenística y el grado de sensibilidad artística y desarrollo cultural de una época altamente próspera.

Sobre las seis columnas a nivel del suelo, se pueden ver los capiteles con motivos florales. En la parte superior se aprecian dos Victorias aladas, con cuatro figuras más de origen desconocido. La figura central sobre la entrada ha sido objeto de mucha especulación: hay quien ve la representación de la diosa egipcia Isis o la diosa nabatea Al-Uzza. El nombre del Tesoro viene de una historia en la que se cuenta que unos piratas escondieron su tesoro ahí, en la urna que se encuentra en la segunda planta. Y hay quien asegura que así fue porque, de hecho, se pueden apreciar las numerosas marcas de balas que han tratado de abrir la urna de roca.

La fecha en la que pudo ser construido el edificio no está clara, pero se estima que pudo ser entre el siglo I antes de Cristo y el siglo III de nuestra Era.

Gran Templo

Las excavaciones en el Gran Templo que se vienen realizando desde 1993 han obtenido espectaculares resultados de este templo nabateo construido en el siglo I antes de Cristo. A pesar de un terremoto, que lo dañó considerablemente no mucho después de ser construido, continuó en uso hasta la última época bizantina.

La primera parte de las escaleras estuvo marcada por una monumental entrada (propylea) mientras que el patio, más arriba, era el Témenos (área sagrada), flanqueado de este a oeste por una serie de columnas (varias de las cuales han sido reconstruidas.

En la planta superior estaba el templo sagrado, con cuatro impresionantes columnas en la entrada.

Monasterio (Al-Deir)

Petra esconde numerosos tesoros como el Monasterio (probablemente el monumentos más impresionante de Petra – siglo III d.C.). Es similar en diseño al de Al-Khazneh, pero más grande. Enfrente hay un pequeño puesto de bebidas con varios asientos estratégicos donde poder sentarse y disfrutar la vista del Monasterio tranquilamente.

La ascensión al Monasterio es dura y lleva una hora aproximadamente. Algunos beduinos ofrecen burros, lo cual no es menos peligroso. El camino hacia el Monasterio pasa por la Tumba del León, que está en un pequeño barranco.

Iglesia de Petra

Es fácil saber en dónde se encuentran las ruinas de la Iglesia de Petra por un inconfundible toldo que la cubre. La Iglesia fue construida por los nabateos y, más tarde, rediseñada y aumentada por los romanos. Varios terremotos y algún incendio la han ido destrozando a lo largo de los años, pero el Centro Americano de Investigaciones en Oriente la ha reconstruido con entusiasmo. En el interior se pueden observar algunos mosaicos bizantinos en el suelo. Dentro de la iglesia podemos encontrar algunos mapas y folletos explicativos.

Teatro

Probablemente haya sido construido por los nabateos un siglo antes de Cristo. Tenía capacidad para 3000 personas en 45 filas de asientos, con tres secciones horizontales de asientos separadas por tres pasillos. Después fue restaurado por los romanos cuando se asentaron en la zona, en el siglo II después de Cristo. El Teatro sufrió graves daños con el terremoto del año 363, y muchos de los materiales se utilizaron para construir otros edificios en Petra.

Qasr el-Bint

A pesar de que el nombre se lo otorgaron los beduinos locales (Qasr al-Bint al-Pharaun significa “Castillo de la Hija del Faraón”), es prácticamente seguro que lo construyeron los nabateos en honor a su dios Dushara, pocos años antes del nacimiento de Cristo. Luego lo adaptaron los romanos al culto de sus emperadores y, alrededor del siglo III, fue destruido.

Se cree que posiblemente debió de haberse usado para la adoración de la diosa Al-Uzza, además de Dushara. El altar de sacrificios, que una vez estuvo recubierto de mármol, que pudo ser el principal lugar de adoración de la ciudad nabatea y, dada su localización, se cree que el lugar fue considerado sagrado.

Monte del Sacrificio (Al-Madbah)

Es el más accesible de los lugares de sacrificio en las montañas, que los habitantes de la zona llaman Al-Madbah (que significa “altar”). Los altares no son muy impresionantes, pero sí las vista que desde allí se divisan. De camino hacia el Monte hay numerosas tiendas de suvenires. La subida dura 45 minutos aproximadamente. Cuando llegas a la cumbre pasas por dos obeliscos dedicados a los dioses nabateos: Dushara y Al-Uzza.

Tumbas Reales

En Petra hay más tumbas que cualquier otra construcción. Su tamaño y diseño dependía del estatus social de los difuntos. La ornamentación de las fachadas de las Tumbas Reales marcaban el punto más alto de la arquitectura funeraria nabatea. Los muertos eran enterrados en tumbas dentro de los templos, cuya decoración exterior simbolizaba el alma.

El río Wadi Musa se ensancha después del Teatro. Y hacia el norte se encuentran los impresionantes cementerios conocidos como Tumbas Reales.

La primera es la Tumba de Uneishu, dedicada a un miembro de la élite nabatea.

La Tumba de la Urna es fácil de reconocer puesto que la caracteriza una enorme urna en lo alto. Se accede a ella por unas escaleras. Probablemente data del siglo I después de Cristo. La habitación interior es enorme y en la pared del fondo se pueden leer algunas inscripciones griegas que señalan la utilización del edificio como iglesia bizantina en el siglo V.

La Tumba de Seda es la menos impresionante debido a los daños causados por los terremotos.

En la Tumba Corintia se conjugan elementos helenísticos (en los motivos ornamentales de la parte superior) y nabateos (en el pórtico de la parte inferior.

A pocos metros de la Tumba de Palacio (cuyos motivos florales de la fachada se piensa que son más ornamentales que religiosos) se encuentra la Tumba de los Sextos Florentinos, construida en el año 130 de nuestra Era. Esta última tumba suele estar bastante descuidada. A diferencia de las otras tumbas, en la Tumba de Florentino Sexto se pueden apreciar claramente las sepulturas: cinco en la pared del fondo y tres en la pared de la derecha (según se entra)).



Calle Columnada

Hacia el oeste de Wadi Musa se encuentra la calle columnada, con varias columnas que han sido reconstruidas. Se construyó en el año 106.

A la entrada de la calle de las columnas está situado el Ninfeo, una fuente pública dedicada a Ninfa y construida en el siglo II.

A la izquierda (al sur) de la calle de las columnas se sitúa la zona de los mercados, dividida en tres zonas: Mercado Bajo, Mercado Medio, Mercado Alto.

A la derecha (al norte) descansan las ruinas del Palacio Real (poco reconocible).

La calle termina en la Puerta de Temenos, construida en el siglo II, contiene tres arcos, puertas de madera y torres. Si se observan con detenimiento los frisos florales se puede imaginar cómo en su día pudo ser una gran estructura.

Hacia el sur de la Puerta de Temenos se encuentran los restos de los Baños Nabateos (de los que queda realmente poco).

Calle de las Fachadas

Hacia el centro de la ciudad, antes de llegar al Teatro, se encuentras varias tumbas y casas construidas por los nabateos pero que sin embargo recuerdan al estilo asirio. Los habitantes de la zona conocen este lugar como la Calle de las Fachadas. Las tumbas son muy parecidas a las cientos que existen por toda Petra, pero éstas son más accesibles.

Edificios Espirituales

Nada más pasar la entrada se encuentran tres monumentos enormes, conocidos como los Edificios Espirituales (Djinn Blocks), construidos por los nabateos. La funcionalidad de estas construcciones es una incógnita, ya que podrían haber sido tumbas u homenajes al dios Dushara.

Tumba del Obelisco y Triclinium

Más lejos del camino se sitúan cuatro obeliscos piramidales, construidos como símbolos funerarios por los nabateos en el siglo I antes de Cristo. Las estatuas desgastadas de lo alto representan a cinco personas en sus tumbas. Debajo se encuentra el Triclinium nabateo (comedor), con tres pequeñas cámaras donde se realizaban comidas en honor a los muertos. Las columnas de la entrada componen una original fachada con frisos dóricos sobre la puerta.

Templo de los Leones Alados

Este templo se construyó en el año 27 D.C. y fue dedicado a la diosa de la fertilidad Atargatis, compañera del dios Dushara. Sin embargo, algunos estudios aseguran que también la diosa AlUzza fue venerada aquí. Fue un importante templo con una columnada en la entrada y arcos y pórticos que se extendían hasta la parte de abajo. La piedra y el yeso decorativo del templo ahora se encuentran en el Museo Nabateo.

Al-Habis

Debajo del Qasr al-Bint se encuentra la pequeña colina de la Al-Habis (Prisión). Dentro se encuentra el Museo de la Prisión (abierto todos los días de 8:00 a 16:00 horas).).

Más arriba de la Al-Habis se encuentra el pequeño Fuerte de los Cruzados, al que se accede por un camino corto (unos 15 minutos) que arranca del sur de la colina. El fuerte fue construido en el siglo XII y desde allí se divisan buenas vistas del centro de la ciudad.

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