El Pireo fue el puerto principal de Atenas desde que Temístocles trasladó la flota ateniense aquí en el siglo V a.C. Este puerto tuvo una gran importancia durante la época clásica, pero más tarde fue superado por Rodas, Delos y Alejandría. Poco a poco fue decayendo y durante la Edad Media y la dominación turca quedó como un pequeño puerto de pescadores. Cuando llegó la independencia de Grecia, el puerto sólo contaba con 20 habitantes, pero a finales del siglo XIX comenzó su resurgimiento. Con el intercambio de poblaciones en 1923, llegaron al puerto cien mil refugiados griegos en Turquía y El Pireo ya era de nuevo el principal puerto del país. Durante el siglo XX El Pireo se convirtió en un barrio bohemio y romántico, con burdeles, fumaderos de hachís y música rembetika. En la película "Nunca es domingo" de 1960, se refleja la vida del puerto durante esta última época.