Los primeros datos de un asentamiento humano en la zona datan de la Prehistoria. Todavía se conservan algunos vestigios de esta época en las zonas montañosas del municipio y sus alrededores. En la montaña del Mas Nou se puede ver el menhir de Vallbanera, también conocido como "Pedra de les Goges" y en el muncipio de Santa Cristina d´Aro se levanta el menhir del Mas de la Font. Otros monumentos megalíticos son la Cova del Moros y el menhir "Terme de Belliu" que se localiza en Treumal. Los romanos fueron uno de los pueblos que habitaron en estas tierras y de su presencia en la zona se conservan interesantes restos hallados en el yacimiento arqueológico del Plà de Palol, situado al lado de la Cala Rovira. Las excavaciones sacaron a la luz los restos de una villa romana, del siglo I d. C. También se pueden ver las ruinas de una antigua casa romana, pavimentada con mosaicos. No es hasta el siglo XI cuando se conoce un verdadero núcleo poblacional asentado en esta zona. Este núcleo estaba formado por algunas viviendas que se levantaban bajo la protección de la iglesia románica de Santa María. El poblado era conocido como Fanals d´Amunt y fue el origen de Platja d´Aro. En el siglo XVI la población se traslada hacia el interior debido a las incursiones piratas que eran frecuentes en la costa. Es entonces cuando se levanta la nueva iglesia de Santa María (siglo XVIII) y se origina la población de Fanals d´Aro, que con los años se vuelve a extender hacia la costa y que llegaría a formar el barrio de Platja d´Aro. A partir del año 1041 se comienza a construir el castillo de Banedormiens, situado en el actual Castell d´Aro, el cual constituyó el origen de la población. El castillo pasó a depender del Monasterio de Sant Feliu de Guíxols en el año 1041, cuando los nobles y religiosos decidieron que de esta manera se protegía a todas las poblaciones del Vall d´Aro de las posibles incursiones de los ejércitos musulmanes. En el año 1462 un incendio destruyó gran parte del castillo y en el año 1879 fue derruida casi por completo por una explosión accidental. En la actualidad tan sólo se pueden ver los restos de la fortaleza. Hoy en día, Platja d´Aro es un atractivo destino vacacional de la costa gironesa que ha desarrollado en los últimos años un importante crecimiento urbanístico, debido a la expansión del sector turístico, del que viven la mitad de la población del municipio.