Playa del Carmen fue un lugar de paso para la civilización maya y es que, ya desde entonces, se partía desde aquí, para llegar al Santuario de la Diosa Ixchel (diosa de la fertilidad y la procreación) y de su marido Itzamná (dios de los cielos). La travesía era peligrosa pero se sabe que, durante siglos, los mayas llegados de todas partes del imperio partían en las inestables canoas desde Playa del Carmen. Desde las llegada de los españoles, la zona quedó un poco en el olvido y fue, durante siglos, un pequeño pueblo de pescadores que se empezó a explotar hace apenas algunos años, a partir del éxito de Cancún. Se ha convertido en una ciudad de calles preparadas para alojar el turismo, muy bien organizada y tranquila.